Luego de ver y padecer el comportamiento del kirchnerismo durante algo más de 11 años, ya sabemos que la mentira es parte de su forma de gobernar además de tener como característica distintiva la confrontación permanente. La búsqueda de un enemigo que quiere destruir a la Argentina en general y al gobierno k en particular porque el gobierno k encontró la fórmula mágica de solucionar todos los problemas de la gente. Y cuando las cosas salen mal la culpa siempre de es algún enemigo interno o externo. El que esté a mano en el momento.
La semana pasada el gobierno tomó la decisión de ir al default, situación que negaron pero que es real. La cuestión es que todos los males que vengan de ahora en más serán culpa de Griesa, Pollak, los fondos buitres, la justicia americana, el gobierno de Estados Unidos y todos los que opinen diferente al gobierno. Digamos que la jugada del gobierno es tan repetida que ya la conocemos de memoria.
Ahora bien, luego que el kirchnerismo despotricara contra la justicia de EE.UU. la pregunta que surge es: ¿y por qué eligieron esos estrados para solucionar los diferendos que pudieran surgir al punto que tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner firmaron dos canjes de deuda aceptando subordinar los diferendos en los tribunales de EE.UU.?
La respuesta a este interrogante es muy sencilla. Tanto la presidente como Néstor Kirchner aceptaron someterse a la justicia americana porque les resultaba más barato el canje de deuda. Es más, casi diría que era la única manera de poder hacer el canje. Para ponerlo de otra manera, como la justicia argentina tiene escaso prestigio y bajo el gobierno k está sospechada de someterse al Ejecutivo, nadie confía que vaya a ser imparcial al momento de tener que resolver un conflicto como puede ser el de cobrar un bono. Es más, aun siendo independiente del Ejecutivo, el gobierno k ha demostrado que tampoco acata los fallos en su contra. Ejemplo fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre jubilados.
¿Cuál es el costo de tener una justicia poco confiable y/o de tener un Poder Ejecutivo que no acata las sentencias de la justicia cuando son en su contra? Tener, en el caso financiero, una tasa de interés mayor. Tanto Néstor Kirchner y Cristina Fernández aceptaron someter los diferendos en la justicia norteamericana porque si no lo hacían tenían que pagar una tasa de interés altísima por el riesgo institucional que implicaba someterse a la justicia argentina con la gran duda que luego el gobierno argentino acatara los fallos de la justicia. Ya vemos que CFK no acata ni los fallos de la justicia argentina ni los de la justicia norteamericana cuando le son adversos. Es decir, como buen gobierno con tendencias autoritarias no se someten a la justicia. Se consideran por encima de ella. Creen que, porque tuvieron una circunstancial mayoría de votos, pueden utilizar el poder a su antojo. Que no necesitan someterse al orden jurídico porque ya ganaron las elecciones y ganar las elecciones implica el poder absoluto.
Bien, el autoritarismo tiene su costo para el país. Al no tener una justicia independiente el componente del riesgo institucional crece. Por eso siempre insisto en la importancia de la calidad institucional para poder crecer. Calidad institucional no implica tener solamente disciplina fiscal y monetaria, además significa tener un gobierno subordinado a la ley. Un gobierno que no utiliza el monopolio de la fuerza para violar el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de la gente. Para perseguir a quienes piensan diferente utilizando el aparato estatal. Como Argentina padece del mal del populismo desde hace décadas, y el populismo tiende a ser autoritario, nuestro riesgo institucional es alto y, por lo tanto, la tasa de interés es tan elevada que hace inviables las inversiones y el crecimiento. Pero en esencia quiero remarcar que hoy el gobierno k se queja del fallo de Griesa pero en su momento aceptaron someterse a esos tribunales porque si no aceptaban esa condición nadie les entraba en el canje porque nadie confía en la calidad institucional en el sentido expresado más arriba.
Finalmente, la pregunta que surge es: ¿por qué CFK optó por lanzar al país al default, desconocer el fallo de la justicia a la cual voluntariamente se sometió y generar una situación de mayor aislamiento económico?
Podrá argumentarse incapacidad, capricho, soberbia, búsqueda de réditos políticos apelando a un falso nacionalismo u otros argumentos. Mi impresión es que, además de todos esos argumentos, el gobierno necesitaba acceder al mercado voluntario de deuda porque los dólares escasean. Los únicos dólares que ingresan al país son los de las exportaciones y éstas vienen cayendo sistemáticamente. Tal vez la esperanza de esta gente tan poco capacitada para administrar un país era que tomando el caso la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. estirara el tiempo del litigio con los holdouts. Eso hacía pensar que el conflictivo iba para largas y el gobierno podía colocar algo de deuda aunque sea a tasas altas. El problema se desató cuando la Corte Suprema de EE.UU. decidió no tomar el tema haciendo que el caso volviera al Griesa que ya tenía fallo emitido, confirmado por la Cámara. A partir de ese momento el gobierno argentino sabía que todo acceso al mercado voluntario de deuda iba a ser muy complicado. Con holdouts con sentencia en firme, había una cola de U$S 15.000 millones esperando para cobrar. De manera que nadie le iba a prestar con semejante riesgo.
Dadas la delicadísima situación fiscal y del sector externo y ante la recesión que tenemos por delante, la mejor opción era patear el tablero. ¿Por qué? Porque dado el malhumor social que ya tenemos y se intensificará con despidos, más caída del salario real, recesión, etc. ahora tienen al enemigo perfecto: el imperio norteamericano que es el imperio de mal, con los fondos buitres y el capitalismo salvaje que quiere destruir al exitoso modelo Nac&Pop. Malvinizar la pelea con los holdouts puede darle algo de aire político ante tanta malaria económica que tenemos por delante.
Pero cuidado, no vaya a ser cosa que la malaria económica termine pesando más que el falso nacionalismo y la estrategia elegida por los k, que siempre es la de inventar conspiraciones y enemigos, termine pesando más que el falso nacionalismo y el tiro les termine saliendo por la culata. Veremos.
Fuente: Economía para Todos