En los últimos meses la lechería nacional entró en un escenario que los números no alcanzan a reflejar acabadamente: la adversa situación climática –agravada con el correr de los meses en muchas cuencas–, el estado deficiente de la red vial, el aumento generalizado de los costos de transacción, etc., no se ven reflejados en los índices de costo y precio de la leche y demás información económica que publica la Fundación PEL mes a mes.
Tal como lo manifestáramos en los últimos boletines informativos publicados por la Fundación , la mejora en los últimos meses de algunos indicadores económicos del tambo resulta absolutamente insuficiente teniendo en cuenta “…la comprometida situación económica que arrastran las explotaciones lecheras, sumada a la caída de producción derivada del exceso de agua en la mayor parte de las cuencas lecheras y las dificultades para acceder al financiamiento bancario (Boletín junio)” … y “la persistencia de la caída de producción con respecto a un año normal y su consecuencia directa que es la reducción de ingresos debido a la menor facturación, sumada a la crítica situación de la infraestructura vial en la mayor parte de las cuencas lecheras con las complicaciones (y mayores costos) que ello implica en términos de la entrega de leche y el abastecimiento de insumos (julio)”.
Hoy la rentabilidad de las empresas que integran la cadena está afectada por un sinnúmero de variables, cuya complejidad escapa a la sola explicación brindada por los números.
El escenario en el que entró la lechería nacional se conforma por tambos que no tienen accesos ni para sacar la leche ni para entrar insumos; una cadena de suministro a la que se le desploman las ventas y se le alargan los plazos de pago; y una industria láctea operando con una capacidad ociosa cuya magnitud incide negativamente en los costos de las empresas.
“La combinación de estas variables genera un humor que no es medible por ningún indicador. Se sabe que ocurrió una baja importante de la producción; se sabe que está operando un impacto económico enorme vía aumento de gastos indirectos por mantenimiento de caminos y consumo de gas oil para sacar la leche; y se sabe que los ingresos no alcanzan cuando el cheque se achica por el menor volumen remitido a la industria. Y para complicar aún más la situación, se pronostica que en la próxima primavera la situación climática seguiría jugando en contra del sector”, finalizó el comunicado de la Fundación PEL.