Los fondos especulativos que operan en el mercado de Chicago apuestan, de manera activa, a nuevas bajas del precio de los commodities. Así lo explica en un informe la especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario, Emilce Terré, que indica que estos actores no estuvieron sacando dinero del mercado (cancelando posiciones compradas con anterioridad) sino que tomaron nuevas posiciones vendidas, apostando a que los precios de los commodities agrícolas continuarían cayendo.
Desde que comenzó mayo, hasta mediados de este año,el precio de la soja en el mercado de Chicago cayó un 23% el del maíz, un 30%, mientras que el trigo perdió un 30% de su valor, indica el trabajo.
En el mismo lapso, los fondos especulativos que operan en el mercado vendieron 20 millones de toneladas de soja, 26 millones de toneladas de maíz y 9 millones de toneladas de trigo. Ese volumen equivale al total de la cosecha de cereales argentina y al 40% de la producción doméstica de la oleaginosa.
Los motivos de la expectativa a la baja de los precios hay que encontrarlos en la esperada recuperación del nivel de inventarios de los granos, que hace pensar en un mercado menos volátil al observado en las últimas campañas, al tiempo que funcionarían como una limitante al alza de los valores.
A consecuencia de ello, precios como los observados hace menos de dos años, cuando las inclemencias climáticas diezmaban las cosechas de los principales productores del mundo se ven cada vez más alejados indica el informe, que agrega que como muestra, sobra un botón: Estados Unidos estaría produciendo este año casi 100 millones de toneladas más de maíz que lo obtenido en el 2012. Ante este panorama, organismos como la FAO están proyectando una estabilización de los precios agrícolas para la próxima década, que ralentizaría la inflación global.
Se trata de una mala noticia para la Argentina, uno de los principales exportadores de granos y derivados del mundo. Además de la pérdida de ingresos que la baja de los precios representa para los productores, el Estado recauda retenciones sobre el precio de las ventas externas del 35% para el poroto de soja y del 32% para sus derivados (harina y aceites); del 23% para el trigo y de 20% para el maíz.
Adicionalmente la participación de los fondos también pesa. Si bien el debate no está cerrado, según Terré nadie se arriesga a poner en duda la evidente correlación entre posición neta de los fondos y los precios de los commodities: para la cosecha 2013/14, el volumen operado en Chicago equivalió a negociar 59 veces la producción mundial de trigo, 71 veces la de soja y 23 veces la producción global de maíz.