GARBANZO

La semilla de garbanzo presenta un contenido medio de proteína (desde un 20,3% a 28,2%) algo más bajo que el de otras leguminosas de grano, sin embargo, su proteína es de las más digestibles. Esto, unido a su aceptable contenido en hidratos de carbono (desde 35 a 43%), con un contenido en grasa más alto que en otras leguminosas (de un 3 a un 6%), rica en ácidos grasos insaturados (ácido oleico y linoléico), y a la baja presencia de factores anti nutritivos, la convierten en un alimento muy interesante desde el punto de vista del consumo humano y la alimentación animal.

Es importante destacar el aumento de superficie, producción y rendimiento de garbanzo en Córdoba y en otras provincias de Argentina en la última década, sostenido principalmente por la difusión de los cultivares Chañaritos S-156 y Norteño. Ambos son el fruto de la exploración de variabilidad genética de las poblaciones de origen llevada a cabo por investigaciones conjuntas de las Universidades y el INTA, que tras la selección y evaluación de numerosas líneas culminaron con la inscripción de las mismas en el INASE.

Estos trabajos básicos de Mejoramiento fueron apoyados por productores deseosos de incursionar en cultivos alternativos. Los objetivos la mejora genética de plantas cambian continuamente, y esta especie no es la excepción en nuestro país. Los primeros trabajos buscaron seleccionar líneas tolerantes a Fusarium oxysporum.

Actualmente  los mejoradores están focalizados en detectar individuos con tolerancia o resistencia a Rabia o Tizón del  garbanzo, causado por Ascochyta rabiei, y al frio, especialmente en su etapa vegetativa.

El relevamiento correspondiente al mes de junio realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba, a sus más de 200 colaboradores, indica que la superficie de garbanzo a sembrarse en la provincia sería de 10.542 hectáreas, un 31% inferior respecto a las 15.379 hectáreas sembradas en la campaña 2013/2014.

Si bien las reservas de agua útil en el perfil del suelo se encuentran óptimas en esta campaña fina 2014/2015, las principales causas de disminución del área a sembrar en el territorio cordobés están asociadas a los bajos rindes obtenidos en la campaña precedente 2013/2014, sumado a las dificultades sobre el manejo, plagas, enfermedades, etc. La escasez de semillas de buena calidad y la complejidad en la comercialización, son entre otros los factores definitorios para que el cultivo de garbanzo quede acotado a aquellos productores que tradicionalmente producen esta leguminosa invernal.

Fenológicamente, el cultivo se encuentran en etapa de emergencia en su mayoría y aquellos lotes más avanzados cuentan con la presencia de 3-4 hojas. Referentes zonales no han reportado problemas considerables en implantación pero si destacaron la problemática en la obtención de semillas de calidad físico-botánica y sanitaria.

Particularidades del ciclo

El comienzo de campaña 2013/2014 fue asociada con suelos con escaso perfil de humedad, lo cual impulsó a realizar la siembra en dichas condiciones; no revirtiéndose en los meses posteriores de desarrollo del cultivo, tal como muestra el siguiente mapa.

Como puede observarse, en el área de mayor producción de garbanzo (departamentos del centro – norte y oeste provincial), las precipitaciones acumuladas fueron inferiores a 150mm.

Debido a las condiciones climáticas imperantes durante la campaña, no hubo incidencia de enfermedades que causaran daños graves al cultivo, solo se reportó presencia de oruga bolillera y chinches, de intensidad media a alta, debiéndose hacer los controles correspondientes durante el ciclo del cultivo.

Valores finales de la campaña 2013/2014

En la provincia de Córdoba, la superficie implantada en la campaña 2013/2014 fue de 15.379 has., un 60% inferior respecto al ciclo 2012/2013 en el cual se sembraron 38.541 has. La cuantificación de superficie sembrada se realizó mediante el uso de Imágenes Satelitales de diferentes fechas, las que se complementaron con corroboraciones de campo y aportes de referentes zonales.

Las principales causas de disminución del área sembrada en el territorio cordobés, se asociaron a la falta de humedad en el perfil del suelo al momento de la siembra, sobre todo en el norte provincial. Además, los bajos rendimientos obtenidos en la campaña precedente 2012/2013, sumado a la incidencia de enfermedades como Rabia o Tizón que afectaron al cultivo y la escasez de semillas en algunas zonas del sur provincial, fueron claves para muchos productores en la decisión de no aventurarse a sembrar garbanzo.

El valor bruto de la producción de Córdoba en la campaña 2013/2014 alcanzó los U$S 13,7, representando el valor más bajo de las últimas cuatro campañas. Este resultado se explica por una disminución del 70% de la producción y de un precio un 20,6% más bajo respecto al ciclo anterior.