Debido al cierre de las exportaciones de trigo en la Argentina, Brasil oficializó ayer la suspensión hasta el 15 de agosto próximo del arancel externo común del Mercosur, que grava con un 10% el cereal que ingresa desde fuera del bloque regional. La medida beneficia la compra de un millón de toneladas y hará competitiva la importación de trigo de mercados como los Estados Unidos y Canadá.
La noticia es un duro golpe para la Argentina, que va camino de batir otro récord de pérdida de mercado: con 1.250.000 toneladas comprometidas, sobre un cupo total de 1,5 millones de toneladas que autorizó el Gobierno, el país tendrá la peor exportación de trigo a Brasil de los últimos 24 años.
Hasta la semana pasada, la decisión del principal socio del Mercosur sólo circulaba como rumor. Sin embargo, la necesidad de importar más y de contener la inflación interna aceleró los tiempos. Incluso, se adelantó una reunión de la Cámara de Comercio Exterior (Camex), organismo que reúne a los responsables de distintos organismos vinculados con la cadena agroindustrial, para definir la suspensión del arancel. La industria molinera brasileña es un sector muy influyente sobre ese ámbito.
No es la primera vez que Brasil aplica la medida. En los últimos tres años lo hizo en diversas oportunidades.
Ante el cepo del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la exportación, Estados Unidos copó el mercado y desplazó a la Argentina como principal abastecedor de Brasil. Desde el año comercial que comenzó el 1° de agosto de 2013, Estados Unidos colocó allí 3,7 millones de toneladas, según datos de Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores.
"La noticia sobre el arancel es negativa para la Argentina porque se traslada al precio. Hoy [por ayer] en el Mercado a Término de Buenos Aires la posición disponible cayó 10 dólares por tonelada, de 248 a 238 dólares, mientras que la posición enero de 2015 [nueva cosecha] lo hizo cuatro dólares, de 194 a 190 dólares por tonelada", graficó Pierbattisti.
El asesor explicó: "Antes de esta medida, el trigo argentino se podía colocar en Brasil, si hubiera exportación abierta, a 350 dólares, mientras que el cereal norteamericano llegaba a 380 dólares, 30 más caro. Pero con esta decisión el trigo de Estados Unidos se coloca a 350, quedando en paridad con el cereal argentino".
Resultado de la política
Para Gustavo López, especialista de la consultora Agritrend, sin nuevos cupos para la exportación y con 1.250.000 toneladas negociadas a Brasil, ese volumen de venta al vecino país es el registro más bajo en 24 años. En rigor, hay que remontarse a 1990 para encontrar un volumen apenas superior, con 1.812.100 toneladas.
Vale recordar que, cuando se puso en marcha el Mercosur, la Argentina capturó el mercado brasileño y desplazó al cereal estadounidense.
López precisó que el actual nivel de ventas de la Argentina no llegaba a cubrir el 25% de las necesidades de Brasil. "En los últimos 20 años estuvimos cubriendo siempre entre el 60 y el 80 por ciento de la importación de Brasil", ilustró el analista de Agritrend.