El Programa de Certificación de Cebolla para Exportación, que lleva adelante la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (Funbapa), informó que durante el primer cuatrimestre de 2014 se exportaron 59.278 toneladas de cebolla, un valor muy por debajo del promedio para ese período, que es de 90.000 toneladas.
“Es un año medio atípico. Seguimos trabajando, se ha exportado sólo un 40% de la producción y un 60% se ha mandado al mercado interno. Aún quedan muchas cebollas en los campos, pero lamentablemente el ritmo de exportación este mes es mucho más lento que el del año pasado. Por ahora seguimos con la esperanza de que aparezca Uruguay para poder exportar algo de nuestra producción”, explicó la ingeniera Úrsula García Lorenzana, responsable del programa de certificación de cebolla.
¿Cómo se encuentra la salida en temas de calidad y certificado de cebolla que ustedes están haciendo?
Es una temporada atípica, muy mala en cuanto a salida. Se ha exportado un 47% menos que el año anterior. Al 31 de Mayo llevamos certificadas cien mil toneladas, de las cuales el 94% fueron con destino a Brasil, 0,7% fueron a Europa y un 5% a Paraguay. Además, algo de cebolla salió para Estados Unidos, pero fueron apenas tres camiones. También hemos hecho algunos muestreos para exportar a Uruguay.
Si nos comparamos con el 31 de Mayo del 2013, estamos el 47% abajo en lo que es exportación y 9% menos en el mercado interno.
La calidad dista de lo que se había conocido en años anteriores
Si, esa es la única buena que tenemos, ya que la calidad es muy buena. Los rechazos en empaque de los ingenieros es de alrededor del 2%, cuando hemos tenido años de 10% de rechazo. O sea que la calidad con que está saliendo la cebolla realmente es muy buena.
¿Cuáles son los parámetros para saber cuál cebolla es de calidad y cuál no?
Para certificar cebolla se tienen en cuenta dos resoluciones. Para todo lo que es MERCOSUR (Brasil, Paraguay y Uruguay) quienes serían nuestros tres mercados más importantes, nos regimos por el reglamento MERCOSUR, que es la resolución 8895.
Para todo lo que es Unión Europea, Estados Unidos y Chile, nos manejamos con la disposición Argentina que es la 5791.
Son dos reglamentaciones bastante estrictas, sobre todo en la parte sanitaria.
En lo que es defectos graves, tenemos enfermedades que en la categoría comercial apenas tenemos como máximo el 1%. Después hay dos defectos más que son el brotado y el cuello hueco, que es cuando la cebolla florece el mismo año en que forma el bulbo.
Este año tenemos algunos problemas de brotado debido a que prácticamente no ha habido heladas.
También se pueden dar defectos leves, tales como cebolla manchada, asoleadas, lastimadas y bulbos blandos.
Hay tres defectos más que miramos que no están catalogados ni como leves, ni como graves, que es la presencia de tierra, si están bien descoladas y tienen que tener el calibre que indica el rotulo de la bolsa.
¿Cómo se toman las muestras?
Se toman aleatoriamente. O sea, el empacador cuando tiene la carga lista nos llama para pedir un turno. Entonces el ingeniero va y puede abrir hasta el 1% de la carga.
Luego se miden los parámetros antes mencionados para saber si cumple o no con la normativa. Si está todo en regla se la carga y el empacador comienza a hacer la documentación, algo que también se tiene que hacer correctamente.
Más tarde, la carga ya sale precintada del galpón para que no pueda ser alterada. O sea, sale de la región protegida, con un control que a veces es doble ya que para emitir el registro fitosanitario un ingeniero del SENASA a veces vuelve abrir las cargas.
La certificación final corresponde entonces al SENASA
Exacto. El SENASA lo que hizo desde el año 1999 fue delegar una parte de la función en Funbapa, porque se necesita mucha cantidad de ingenieros para poder cubrir la demanda de certificación. Es por eso que se hizo un convenio con nuestra Fundación, la cual ya venía trabajando en otros temas en la región.
Nosotros tenemos ingenieros disponibles en todos los pueblos donde se realizan empaques.
¿Cuál es la relación con Aprovis?
Con Aprovis trabajamos bastante en demandas que puedan tener el sector relacionadas con la parte apícola. Hemos hecho muchos proyectos juntos, venimos trabajando actualmente también en varios proyectos. Por ejemplo hoy estamos trabajando en todo lo que es triple lavado y qué hacer con los envases de agroquímicos vacíos.
Aproximadamente hace 10 años que trabajamos en forma conjunta. También venimos trabajando en lo que es calidad, sanidad y ver cómo podemos solucionar los problemas del sector.
¿Todos los años se encuentran cosas nuevas?
Sí, yo pienso que no hay dos temporadas iguales. Siempre aparece algún tema nuevo y tenemos que solucionarlo.
Lo bueno de esta región es que se trabaja mucho entre instituciones. La realidad es que esta zona tiene muchas instituciones, con varios profesionales en cada una de ellas. Tratamos de trabajar institucionalmente para aunar esfuerzos y así poder lograr mejores resultados.
Prensa Aprovis