El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó que la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos va en línea con quienes "quieren tirar abajo la restructuración de la deuda argentina" que no tuvo precedentes, informó Infobae.
En una conferencia de prensa realizada esta tarde en el Palacio de Hacienda, Kicillof afirmó que por más que el fallo resulte desfavorable para el país, el Gobierno no está dispuesto a "hacer cualquier cosa, a arreglar bajo cualquier condición" sino que mantendrá "los principios que guiaron la reestructuración".
"Los buitres son buitres porque no negocian, van directo con su reclamo a la vía judicial. Se quedaron con sus títulos sin cobrar a la espera de que alguna de esas causas entraran en la Justicia", comentó Kicillof.
"Esa restructuración que ahora está en juego es uno de los pilares centrales del crecimiento que ha tenido el país estos años", aseveró el ministro.
Aseguró que "Argentina desde 2003 está pagando absolutamente todos los vencimientos de su deuda reestructurada y que Argentina quiere seguir pagando", aunque dejó en claro que tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos el país "no está dispuesto a pagar bajo cualquier condición".
En el Microcine del Palacio de Hacienda, Kicillof agregó que el problema es que "algunos lo que quieren es que Argentina deje de pagar", tras lo cual subrayó que "este no es el gobierno del endeudamiento".
Kicillof advirtió que si la Argentina acata plenamente el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, el país se vería obligado a una suspensión de pagos de su deuda.
"Si se aplicara la sentencia de Griesa, su fallo, tal como fue ratificado el lunes por la Corte Suprema de Estados Unidos, y Argentina se viera obligada a pagar a los fondos buitre, esto empujaría al país al default", aseguró Kicillof.
El ministro, al hablar esta tarde en el Ministerio de Economía, explicó que esto ocurriría porque lo que está en cuestión no "es una deuda de 1.300 millones de dólares sino de una total de 15.000 millones" de aquellos tenedores de títulos que están en la misma condición de los que apelaron ante el juez norteamericano.