Así llega la Argentina a la instancia de hoy en la Corte Suprema de Estados Unidos , que puede cambiar todo, con una sola decisión, sobre uno de los litigios con parte de los bonistas que no aceptaron el canje de deuda y reclaman el total de sus acreencias.
La intriga sobre este desenlace erosionó antes de tiempo la suerte de convertibilidad a 8 pesos que el Gobierno dispuso con la devaluación y la suba de tasas en enero pasado . Un poco menos de inflación y una leve recuperación de las reservas del Banco Central fueron el resultado, acompañado por los efectos indeseados de la amarga medicina: caída de la actividad y problemas con el empleo.
El intento del Gobierno por aliviar los efectos indeseados reavivó el problema principal. Evitar que se agrave la pérdida de competitividad derivó en un despertar del blue y la vuelta a la renuencia a liquidar exportaciones. Según el último reporte del Banco Ciudad, "en la primera semana de mayo el tipo de cambio oficial contra el dólar se deslizó 0,8%, hasta $ 8,06, para luego, tras una breve impasse, moverse en lo que va de junio 1,1%, acercándose a $ 8,15".
Si volvieron las devaluaciones graduales, ¿por qué alguien se apuraría a liquidar sus dólares de exportación? "Las reservas internacionales crecieron en mayo US$ 322 millones y en lo que va de junio, US$ 267 millones, bien por debajo de lo observado en abril: US$ 1213 millones. Comenzaron a escasear los dólares en el momento del año en que hay más entrada de divisas por la cosecha de la soja. Con tasas más bajas, en un intento por sacar la economía de la recesión, ¿por qué alguien se quedaría en pesos?
La apuesta del Gobierno ahora es equivalente a las definiciones por penales en el Mundial de Italia. Confía en que volverá a tener acceso al endeudamiento externo si la Corte de Estados Unidos consulta al procurador y dilata así la definición hasta 2015.
Es extraño el lugar al que se llegó en el pleito con los bonistas. Bilardo en Italia no podía hacer mucho más, con un equipo golpeado y su mejor recurso, Maradona, jugando en un solo pie por aquella maldita uña encarnada. Pero en el plano económico la Argentina tuvo, como todos los países emergentes productores de materias primas, más de una década muy favorable. Sería inexplicable colgarse del travesaño y apostar a los penales mientras se cuenta con excelentes atacantes. Es lo que ha sucedido.
Lo que evitaría el desastre sería que esa estrategia tan poco vistosa funcionara. Muchos legisladores de la oposición creen que el Gobierno ha negociado muy mal y por eso se ha llegado a esta instancia. No importa, ya lo dijeron aquí e integraron la delegación que hizo lobby en Washington a favor de la posición del país. Ya no era momento para exigir "tiqui tiqui". Hay que apostar al alargue y a las manos de Goyco.
Pero aun con la dilación de la definición los problemas locales persistirían. La inflación es el principal. Axel Kicillof defiende la medición oficial, que dice que en mayo fue sólo 1,4%. Aunque sea cierto, es un desastre. Continúa "comiéndose la ventaja cambiaria" y estimulando el pase de las carteras al dólar.
Los Precios Cuidados han conducido a distorsiones adicionales. Las aceiteras se quejan de uno. Acordaron formar un fideicomiso. Con lo que ganan exportando subsidian el precio interno. El problema es que el precio interno al público se fue alejando mucho del internacional e incluso del mayorista doméstico. "A los restaurantes les conviene más comprar en el supermercado envases chicos que bidones a granel", dicen los aceiteros, que agregan: "Hay un contrabando hormiga fenomenal a los países limítrofes, porque aquí en la góndola el precio es ridículo respecto del de ellos". También aclaran que "a veces el contrabando no es tan hormiga". Termina por haber faltantes en los supermercados o los proveedores ya no pueden compensar la pérdida con el fideicomiso. Necesitan subir el precio cuidado.
Fijar un precio por debajo del de mercado lleva a la escasez. Pasó con el dólar y también con el aceite de cocina.