La soja volvió a subir ayer en Rosario, a contramano de lo ocurrido en Chicago donde los futuros de la oleaginosa terminaron en u$s 540 la tonelada (1% por debajo del cierre previo), en un nuevo intento por la exportación y la industria para que los productores se desprendan de parte de su cosecha. Ayer, se pagaba por la soja disponible u$s 324,5 por tonelada, cincuenta centavos más que el lunes. No obstante, se concretaron negocios por apenas 30.000 toneladas, contra las 80.000 toneladas operadas en el inicio de la semana.
Los precios volvieron a subir ante la gran necesidad de los compradores frente a una oferta esquiva y retraída, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), al evaluar el comportamiento de una jornada de operaciones con precios firmes pese a las caídas externas.
El clima lluvioso, que atrasa las labores de trilla y genera serias dificultades en la salida de camiones de los campos hacia los puertos, y una expectativa de una eventual nueva devaluación del peso en el corto plazo volvieron a poner a los sojeros en el centro de la escena.
En ese sentido, como informó ayer El Cronista las cerealeras liquidaron la última semana u$s 670 millones, 31% menos que en los siete días precedentes y 15% por debajo de lo liquidado en el mismo período de 2013.
La desaceleración en la liquidación de divisas se sintió también en lo recaudado por el Fondo Federal Solidario (FFS, más conocido como fondo sojero), que coparticipa con las provincias el 30% de lo recaudado por los derechos de exportación del complejo oleaginoso.
En ese sentido, tras alcanzar un récord absoluto en abril de $ 3.354 millones, el fondo sojero se desaceleró fuerte. En la primera quincena de mayo, el FFS recaudó $ 567 millones, apenas 8% por encima del mismo lapso de 2013. Si se compara con la primera quincena de abril, el derrumbe llega a 64,2%.
La abrupta baja contra la primera quincena de abril último se da pese a que el precio de la soja y sus derivados no tuvieron fuertes cambios respecto al mes anterior. Para explicar ese freno a las ventas por parte de los productores, la consultora Economía & Regiones (E&R) entiende que obedecería a la mayor expectativa devaluatoria en el corto plazo: junio a septiembre próximos.
Una nueva devaluación volvería a ganarle la carrera a la tasa de interés, que está afectada por la reducción de la tasa pagada por el Banco Central en sus colocaciones de Letras y Notas, comentó la consultora.
E&R señala que, en ese contexto, los productores vuelven a sentarse sobre la soja ante la expectativa de un mayor dólar futuro, replicando la dinámica de los meses previos a la devaluación de enero, que implicó un fuerte drenaje de reservas.
Así, la consultora coincide con el panorama trazado ayer por El Cronista, en el cual los analistas daban cuenta de una creciente desconfianza por parte del productor, que volvió a optar por vender lo mínimo indispensable a la espera de novedades en materia macroeconómica.
Además de la perspectiva sobre el futuro valor del dólar, en la caída de las ventas pesa el clima: las lluvias vienen retrasando la cosecha (resta trillar el 25% de la superficie sembrada). Las perspectivas para los próximos días no son alentadoras: hay pronóstico de lluvias para toda la región productiva.
Las malas condiciones climáticas hacen que muchos caminos se vuelvan intransitables por lo que se dificulta al extremo sacar la producción de los campos. Es más, en los últimos cinco días, el arribo de camiones a la zona portuaria de Rosario está 30% promedio por debajo del mismo período de 2013.