Como si el impacto de la sequía fuera mínimo, las lluvias afectaron los planes de molienda de los ingenios tucumanos. Las precipitaciones que se han registrado desde hace más de un mes retrasaron el inicio de la zafra azucarera, prevista para la semana pasada en algunas fábricas, según publicó La Gaceta.

El temporal llevó a los industriales y a los cañeros a realizar previsiones en torno de la producción y del precio de la bolsa de azúcar de 50 kilogramos en el mercado interno. Es que el retraso de la campaña en las plantas fabriles generará una demora de la salida del producto a la plaza nacional, que por ahora cuenta con 90.000 toneladas de azúcar aproximadamente. Ello podría impactar también en el valor del azúcar en góndolas, como posible efecto rebote, a pesar de los “Precios Cuidados”.

Sobre el precio de la bolsa y el stock actual, el titular del Centro Azucarero Regional Tucumán (CART), Julio Colombres, calificó de escasa la cantidad vigente, en caso de que se demore aún más el inicio de la zafra.

El empresario comentó que puede producirse una baja de la oferta, teniendo en cuenta que el consumo por mes en el país es de unas 140.000 toneladas. “Una reducción de stock elevará el precio”, analizó. Estimó que la temporada puede ser más corta de lo habitual, por la reducción de la caña de azúcar disponible para la molienda. Aunque también recalcó que si el problema de las lluvias persiste, dificultará la cosecha en los cañaverales y, en consecuencia, se alargará la zafra.

En 2013, la superficie cultivada llegó a 278.780 hectáreas. Sin embargo, se prevé para este año que el área cosechable será de alrededor de 265.000 hectáreas.

Según la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), las lluvias se extendieron desde fines de marzo, abril completo y hasta el inicio de este mes.

Hubo pocos días de sol y prevalecieron las jornadas nubladas y seminubladas. Fue el escenario frecuente, con poca diferencia entre las temperaturas máximas y las mínimas. Por ejemplo, en la zona de Monteros se asentaron en el registro cerca de 69 milímetros, acumulados en lo que va de mayo; mientras que en Santa Ana, 82,7 milímetros, aproximadamente. “Todos estos factores conjugaron un panorama complicado para la maduración de la caña, que necesita lo contrario: sol, amplitud térmica y poca agua. Es uno de los años de mayor retraso madurativo de la caña en los últimos años”, dijo Jorge Scandaliaris, director Asistente en Investigación y Tecnología Agropecuaria de la Eeaoc. “(La situación) complica enormemente la campaña, porque sabemos que la calidad de la materia prima es un componente importante de la productividad y rentabilidad del cañaveral”, añadió.

Los suelos de los campos están con mucha agua y humedad, y eso dificulta el traslado de la maquinaria pesada de cosecha y transporte. Si bien la condición no es general en el territorio, se observó caída de las plantas.