¿Será Axel Kicillof el candidato a ser "el Pibe 2"? ¿Con 2% mensual de inflación al precio de una caída anual del PBI -o recesión- del 2%?

No parece propicio celebrar que el índice de precios al consumidor de la ciudad de Buenos Aires haya tenido un aumento de 3,1% en abril. Es la menor variación mensual en lo que va del año, pero es no sólo altísima, sino mayor que cualquiera de los registros mensuales de 2013.

Los analistas privados anticipan que, según sus relevamientos, el índice de precios a nivel nacional, como el que mide el Indec, podría haber estado entre 2 y 2,9% en abril. Y el Gobierno parece dispuesto a festejar.

Carlos Melconian cree que en mayo no habría por qué esperar una suba menor. Incluso podría ser más, por motivos estacionales propios del quinto mes del año. Según él, "lo único que puede hacer que la inflación de mayo sea inferior a la de abril es que la recesión sea mayor de lo que suponemos".

Para Luis Secco, se repetirá un escenario parecido al de 2012, en el que pese a la recesión, la inflación se mantuvo elevada. Para este año, calcula entre 2 y 3% mensual. También sostiene que el ritmo de aumento menor que el que había hasta marzo pasado "se debe a que se completó buena parte del traspaso de la devaluación". Y que, igual que en 2012, la caída de la actividad ayudará poco a contener el aumento de los precios. Es decir, un escenario de estanflación. Economía que no crece y, sin embargo, precios que siguen aumentando.

Secco también piensa que "el déficit fiscal hará que la contracción monetaria del primer trimestre no dure mucho más" y que "para que la cantidad de dinero aumente «nada más» que 30% hay que absorber de aquí en más al menos 40.000 millones de pesos con Lebacs, y es improbable que se logre si el BCRA baja las tasas".

Kicillof sostiene que no hay inflación. Lo dijo ayer en Radio Nacional (ver aparte). Toda la táctica del equipo económico es culpar a los supermercados por la suba de los bienes. Para él y sus colaboradores, al subir los precios alguien se apropia injustificadamente de una renta.

Es curioso, porque diversas mediciones, hasta de entidades muy cercanas al Gobierno, como la CAME, dan cuenta de una caída del consumo. ¿Por qué los empresarios aumentarían los precios por las suyas en un contexto así y qué ingresos adicionales lograrían si están vendiendo menos unidades. Kicillof se niega a aceptar que la inflación es siempre un fenómeno monetario y que es siempre el Estado el que tiene la culpa de lanzar al mercado más billetes de los que el mercado está dispuesto a aceptar.

Kicillof insiste en multar a las compañías comercializadoras con cifras millonarias y cambiar la legislación y la jurisprudencia para que las multas deban pagarse sí o sí ante la sola medida administrativa. Y eventualmente, pedir judicialmente la devolución, al mismo Estado que demora todo lo que puede en pagar a los jubilados las sentencias favorables y que desde hace 12 años está en cesación de pagos con el Club de París, donde están varios de los países más importantes del mundo.

En la última negociación de Precios Cuidados, el equipo económico acordó con los supermercados que habría responsabilidad de los proveedores de las mercaderías, y no sólo de los que las venden al público.

Algunas cadenas pidieron excluir de las listas oficiales productos de proveedores con los que no trabajan y reemplazarlos por marcas propias. El acuerdo, aseguran los directivos, se firmó así. Pero las listas oficiales aparecieron como si las cadenas involucradas tuvieran que ofrecer todos los productos, marcas y variedades. Las denuncias por "faltantes" aparecieron el primer día. Una sola cadena recibió tres de $ 150.000 cada una. Y, según el reemplazante de Guillermo Moreno, Augusto Costa, debían pagarlas y luego apelar. La reunión para resolver el entuerto terminó a los gritos.

Fue hace más de un mes. Ahora las multas a todas las cadenas suman $ 31 millones, según anunció el propio Kicillof en una conferencia de prensa en la que se mostró exaltado, irascible y destrató a algún periodista. Un "Pibe 2" suele jugar con pierna fuerte.