Se trabaja con bovinos en la teoría de la Programación fetal originariamente desarrollada en humanos. La teoría postula los efectos de la nutrición materna sobre las crías que puede hasta modificar la expresión génica.

En el marco de los Proyectos “Alimentación de Bovinos para Carne” e “Bienestar Animal y Calidad de Carne” pertenecientes al Integrador “Estrategias de Ganadería Vacuna” del programa Nacional Producción Animal se realizan estudios sobre “Programación Fetal”. La Programación Fetal es una teoría desarrollada a partir de trabajos epidemiológicos con humanos a partir de la década del 80. Estos estudios fueron realizados por el médico David Baker en Inglaterra y se basan en que la restricción alimentaria materna puede modificar la expresión génica y provocar efectos adversos sobre las crías que se mantienen a través de las generaciones. Según los trabajos de Baker (1997) los niños con bajo peso al nacer tienen un riesgo elevado de padecer enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, como consecuencia de una mala nutrición en la vida intrauterina. Los efectos adversos sobre las crías varían además con la intensidad de la restricción y el momento de la gestación en la cual se produce.

La teoría de la Programación Fetal se evaluó en animales de compañía y caballos. En forma reciente a nivel mundial se está trabajando con bovinos de carne en programación fetal. En nuestros sistemas de producción de cría vacuna es común la restricción nutricional durante la gestación que provoca caída en la condición corporal de los vientres. Este fenómeno se ha estudiado bien en relación al impacto en la preñez subsiguiente, pero en mucho menor medida en relación a posibles efectos sobre la productividad de la progenie bovina. La restricción fetal podría afectar el potencial productivo, incrementar la aparición de enfermedades y la mortalidad perinatal, causar la disfunción de órganos esenciales, disminuir el crecimiento postnatal, e incrementar la deposición de grasa y el diámetro de las fibras musculares alterando la calidad de la carne.

El retardo en el crecimiento fetal también puede afectar el desarrollo del aparato reproductivo y el futuro desempeño de las terneras. En el 2013 comenzaron experimentos en las Unidades de INTA Anguil y Cuenca del Salado para dimensionar la relevancia de tales efectos en rodeos comerciales y el contexto de producción de la cría bovina de bajos insumos. En la EEA Anguil se evalúa el efecto de la restricción en la primera mitad de la gestación sobre el comportamiento productivo, reproductivo y calidad de la carne de las crías. En tanto en la EEA Cuenca del Salado se evalúa el efecto que sobre las crías tiene la restricción nutricional del vientre en el último tercio de la gestación. Son ensayos a largo plazo que se encuentran en el segundo año de desarrollo, han nacido las primeras crías y es necesario que completen su ciclo productivo para tener los primeros resultados.