El Gobierno divulgó hoy un informe científico que hace sonar las alarmas sobre los efectos presentes y futuros del cambio climático en el país, un análisis lleno de pronósticos sombríos con el que la Casa Blanca quiere impulsar su agenda para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero.
"El cambio climático, que una vez se consideró un problema propio de un futuro distante, se ha mudado firmemente al presente", sentencia el informe, elaborado durante cuatro años por más de 300 científicos del país y supervisado por el Gobierno de Barack Obama.
El documento busca desechar el lugar común de que el cambio climático afecta sólo a los glaciares o a los osos polares, al asegurar que sus efectos se sienten ya en todos los rincones del país (en referencia a Estados Unidos) a través de olas de calor cada vez más frecuentes, incendios más graves, lluvias torrenciales y sequías cada vez más extremas.
"Éste es un problema que está afectando a los estadounidenses ahora mismo", dijo Obama. "Llevamos cinco años alertando de esto, y ha habido algo de resistencia en el Congreso. Con este informe queremos enfatizar al público que este no es un problema distante en el futuro", agregó en una entrevista con NBC News.
La década que comenzó en 2000 fue la más cálida que ha vivido Estados Unidos, y 2012, un año marcado por un verano especialmente seco seguido del devastador huracán "Sandy", en octubre, fue el más caluroso registrado en la historia del país, indica el informe, titulado "Evaluación Nacional del Clima".
Según una de las autoras del informe, la investigadora Patricia Romero-Lankao, el cambio climático tiene además una especial incidencia en la salud de los hispanos, más propensos a contraer enfermedades relacionadas con el fenómeno debido a que sus empleos y su estilo de vida los exponen más al calor y la polución.
"La comunidad latina es vulnerable: carece del acceso suficiente a viviendas de calidad y muchos de ellos tienen condiciones preexistentes que les hacen más sensibles a los efectos del cambio climático", dijo Romero-Lankao en una conferencia de prensa.
Gran parte de la población hispana reside en estados como California, Texas o el sureste del país, en zonas con mucho tráfico, "altos niveles de contaminación del aire" y frecuentes olas de calor que agravan los efectos de la polución, añadió Adrianna Quintero, de la organización Voces Verdes, en la conferencia de prensa.
Por regiones, el informe de la Casa Blanca pronostica un aumento del nivel del mar, inundaciones, más precipitaciones y olas de calor en el noroeste; huracanes y una creciente escasez de agua en el sureste y el Caribe; y más sequía e incendios en el suroeste.
La temperatura de EE.UU. es hoy entre 1,3 y 1,9 grados fahrenheit mayor que en 1895, y el 80 % de ese aumento tuvo lugar en los últimos 44 años, de acuerdo con el análisis.
Además, el nivel del mar en todo el mundo ha ascendido al menos 8 pulgadas desde que se empezó a guardar un registro de ello en 1880, según el informe, que proyecta que a finales de siglo habrá aumentado entre 1 y 4 pies más.
El informe pronostica además una temporada sin escarcha cada vez más larga, con sus consiguientes efectos para la agricultura; y un aumento en el deshielo en Alaska y en la acidez del océano en el Pacífico que pondrá en peligro los ecosistemas marinos.
"Los gases de efecto invernadero que ya están en la atmósfera nos han condenado a un futuro más caliente con más efectos relacionados con el clima en las próximas décadas", apunta el estudio.
No obstante, subraya que la "magnitud" del recalentamiento global dependerá de la medida en que se limite la emisión de esos gases, y por tanto, de las políticas dirigidas a ese fin.
Así, el informe proyecta que, hacia el final del siglo XXI, las temperaturas pueden ser de hasta 5 grados fahrenheit más si se implementan políticas estrictas al respecto, o de hasta 10 grados más si las emisiones continúan aumentando rápidamente.
El Gobierno de Obama confía en que el informe dé un nuevo impulso a su objetivo de reducir en un 17% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 con respecto a los niveles de 2005.
Se espera que el próximo mes la Agencia de Protección Ambiental (EPA) presente una nueva propuesta de regulación para limitar las emisiones de las plantas de energía que ya están en funcionamiento.
Esa estrategia ha generado una fuerte oposición de parte de los republicanos en el Congreso, que han acusado a Obama de declarar una "guerra al carbón" y han prometido combatir los planes de la EPA.
"Con este informe, el presidente está intentando distraer una vez más a los estadounidenses de su descuidada agenda de regulaciones, que está costando a nuestra nación millones de oportunidades de empleo y nuestra capacidad de ser energéticamente independientes", dijo hoy el senador republicano Jim Inhofe en un comunicado.
En cambio, el informe fue bienvenido por organizaciones ecologistas como Sierra Club, cuyo director ejecutivo, Michael Brune, consideró que en la transición hacia energías limpias "no solo es una obligación actuar ahora por las futuras generaciones, es también una enorme oportunidad" para crear empleo.