La producción de maíz, el cereal más consumido en el mundo, podría reducirse hasta un 30 % en EEUU en los próximos 50 años si las temperaturas siguen subiendo al ritmo actual por el cambio climático, alertó el investigador de la Universidad de Stanford David Lobell.

Si las temperaturas se siguen incrementando tal y como lo vienen haciendo hasta ahora, el equipo de Lobell predice que el 15% de la cosecha anual de maíz podría haberse perdido en 2064.

El crecimiento de la población mundial y el consecuente aumento de la demanda han llevado a los agricultores estadounidenses a intensificar la producción durante las últimas décadas mediante la modificación genética del maíz, lo que ha dotado a las plantas de raíces que absorben el agua de manera más eficaz y las ha convertido en más resistentes a los insectos subterráneos.

Con más de 870 millones de toneladas al año a nivel mundial, y por delante del arroz y el trigo, el maíz es el cereal más cultivado del planeta. EEUU cosecha un 40 % de la producción mundial, según la FAO.

Estas mejoras permitieron a los agricultores empezar a plantar las semillas de maíz dejando cada vez menos espacio entre sí, lo que ha llevado a plantaciones extremadamente intensivas que ahora se enfrentan a otro reto: sobrevivir a sequías y al aumento de las temperaturas sin que la escasez de agua y el “estrés” al que están sometidas las plantas reduzca la cosecha.

“Los datos reflejan que las plantaciones de maíz sufren no sólo con la sequía, sino que también e incluso todavía más con el aire caliente y seco”, indicó Lobell en una entrevista con Efe.

El experto, además de profesor en Stanford es director asociado del Centro sobre la Seguridad Alimentaria y el Medio Ambiente, y lideró a un equipo de investigadores en un extenso estudio sobre la producción de maíz en EEUU entre 1995 y 2012.

Con más de 870 millones de toneladas al año a nivel mundial, y por delante del arroz (720 millones de toneladas) y el trigo (670 millones de toneladas), el maíz es el cereal más cultivado del planeta, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).  Del total de la producción mundial, el 40 % corresponde a los Estados Unidos.

Aunque Lobell deja abierta la posibilidad de que la ciencia siga avanzando como lo ha hecho durante los últimos años y logre mitigar los efectos del calor y la falta de agua sobre los campos de maíz, descarta que los agricultores opten por volver a reducir la densidad de las plantaciones y aliviar así el “estrés” de las plantas.

La solución más efectiva a juicio de Lobell pasa por incrementar los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Fuente: http://www.efeagro.com