El robo de yerba mate continúa siendo un problema evidente en la provincia de Misiones, y a pesar de que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) habilitó una línea telefónica gratuita para denuncias de extracción ilegal y comercialización de yerba robada, los productores dicen no haber logrado ningún avance con ello, según publica El Territorio.
“No hay absolutamente ningún tipo de solución, no se implementa ningún mecanismo de contralor como una hoja de ruta, remito de traslado o que se haga lo mismo con la madera, que se prohíba el traslado desde que entra el sol hasta que sale”, reclamó Carlos Ortt, dirigente de la Asociación de Productores Agrarios de Misiones (Apam), que en la noche de ayer se vio afectado por un nuevo robo en su plantación.
“Estuve todo el día dando vueltas con los policías, tratando de poder tasar lo que me robaron y ni hablar del daño que dejan” expuso con gran malestar el productor.
Por ese motivo volvió a pedir el endurecimiento de las penas para quienes roban porque “mientras no existan castigos reales que puedan disuadir la actitud de ir robar, los robos van a persistir”.
Arremetiendo contra las autoridades responsables agregó: “Hasta ahora no veo ninguna actitud ni del INYM ni del Gobierno Provincial de implementar ningún mecanismo que pueda solucionar el problema hoy por hoy. Necesitamos una acción rápida para que se solucione de manera inmediata el problema. Porque de seguir así vamos a caer en lo que sucedió en algunas localidades, de volver a hacer justicia por mano propia o de poner seguridad privada que eso es un costo adicional elevado que después se traslada al producto”.
El productor sembró sospechas sobre algunos secaderos que serían cómplices en el robo de la materia prima, al igual que lo hizo el titular del INYM, Luis Prieto.
Ortt sostuvo que hay algunos secaderos, que procesan el material robado y lo introducen al mercado formal. Allí aseguró que "todos saben quién compra la yerba robada, que hay secaderos involucrados porque nadie lleva una entrega de 200, 300 kilos de yerba a las tres, cuatro de la mañana".
Agregó, "esa yerba es ilícita, se sabe bien, pero nadie toma las medidas requeridas. No cualquier Juan va a entregar yerba a un secadero cuando no es conocido. Todos conocen a sus clientes, a sus proveedores, a sus productores. Esas cosas son visibles”.
Mientras tanto, los secadores que utilizan este nuevo modo de operar siguen sin sanciones. “Comprando la materia prima a un precio módico de tres pesos el kilo y por sólo una hora de trabajo entre dos muchachos”, explicó Ortt.
Los productores esperan una acción rápida y una actitud más rígida con respecto este problema que los sigue aquejando.