El aumento en las tarifas de gas que el Gobierno puso en marcha anteayer parece inspirado en el extraño concepto de federalismo que utilizó el kirchnerismo durante la última década para fijar los precios de los servicios públicos en todo el país.
Al menos eso sugiere el análisis de la batería de resoluciones que difundió el Enargas (ente regulador del sector), donde dispuso ajustes mucho mayores en las provincias que en el Gran Buenos Aires.
A partir de agosto, cuando entren en vigor los aumentos plenos de tarifas para todos los usuarios que no ahorren al menos un 5% del gas que consumieron en el mismo período del año pasado, los clientes tucumanos de Gasnor tendrán el triste privilegio de sufrir los mayores ajustes. Para los denominados R3-4, un lote que abarca a los mayores consumos, el metro cúbico (m3) pasará a costar $ 1,86, 765% más que los precios vigentes hasta el mes pasado.
En la categoría R-1, que incluye a los que menos gas utilizan, el salto en el metro cúbico será de 218%, hasta $ 0,362. En ese renglón, también en porcentaje, Tucumán se llevó el ajuste más importante de acuerdo con la documentación que difundió el Gobierno hasta ahora.
Un cliente R3-4 de Distribuidora de Gas del Centro, que atiende a las provincias de Córdoba, La Rioja y Catamarca, siempre que no ahorre, sufrirá un ajuste de 654% a partir de agosto, mientras que quien se ubica en la primera categoría de consumo enfrentará un incremento de 188 por ciento.
En Mendoza, los clientes de Distribuidora de Gas Cuyana pagarán por metro cúbico $ 0,419 en la categoría más baja y $ 1,736 en la más alta, con una suba de 187% y de 609% en cada caso. Y para la misma categoría de usuario en Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires, los aumentos serán de 172% y de 605%, respectivamente.
En todos los casos, el porcentaje de aumento en el precio del metro cúbico es mayor que el que enfrentará un usuario de Gas Natural Fenosa, distribuidora que tiene a cargo la prestación del servicio en la mayor parte del Gran Buenos Aires.
El mayor incremento será de 493%, muy lejos del 765% que afrontarán los tucumanos, mientras que entre quienes menos consumen el aumento será de 158%, también por debajo del 218% de aquella provincia.
Aún no se difundieron los nuevos cuadros de Metrogas, la mayor distribuidora del país, que atiende a la Capital Federal.
Fuentes del Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido, relativizaron los aumentos. Justificaron las subas diferenciales en que la distribuidora del Gran Buenos Aires ya había recibido un ajuste de tarifas en 2007.
También sostuvieron que el impacto final sobre la factura será, medido en porcentajes, inferior al ajuste de la tarifa del metro cúbico de gas, porque la boleta incluye otros ítems, como el Cargo Gas, que se destina a pagar una parte de las importaciones, y el Fosegas, un fondo creado para financiar obras que también cubre la demanda. Ésos son los argumentos que utilizó ayer el interventor del Enargas, Antonio Pronsato, para relativizar los ajustes.
Sostuvo que "ésta es la quita de subsidios anunciada, ya que la mejora del valor del gas en boca de pozo implica una reducción de los incentivos que el Estado paga a las empresas productoras de gas en forma de compensaciones".
En términos absolutos, sin embargo, un tucumano de alto consumo pagará por el metro cúbico más que un bonaerense.