Argentina ha perdido el protagonismo que supo lograr en los mercados internacionales de carne bovina y también ha desaprovechado el gran potencial productivo exportador de la cadena.

Si el país hubiese mantenido el market share de 15 años atrás, las exportaciones de carne bovina habrían generado un flujo anual de US$ 2.400 millones y, si hubiese mantenido la participación de la década de los ’80, un flujo de US$ 2.600 millones.

Comparando los datos simulados con los efectivos, la cadena ha resignado al menos entre US$ 1.300 y US$ 1.500 millones anuales, un monto que al cabo de cuatro años (período 2010-2013) llega a US$ 5.200 - US$ 6.000 millones.

Luego de su episodio de crisis y devaluación de 1998-1999, Brasil logró concatenar 8 años de crecimiento continuado en sus exportaciones de carne bovina, logrando casi quintuplicar los volúmenes.

Argentina, tras la crisis 2001-2002, sólo logró expandir sus exportaciones durante 3 años (hasta 2005) y duplicar sus volúmenes; a partir de entonces las exportaciones han descendido a la mitad del punto de partida (2002).

A pesar de ser probablemente el producto del país más reconocido a nivel mundial, las exportaciones de carne bovina argentina se encuentran en niveles históricamente bajos desde hace algunos años.

El país no sólo ha perdido el protagonismo que supo lograr en los mercados internacionales sino que también ha desaprovechado el gran potencial productivo exportador de esta cadena, resignando entre otras cosas un flujo muy importante de divisas que permitirían enfrentar la situación actual del mercado cambiario con mayor holgura.

De acuerdo con información de INDEC y las estadísticas de comercio internacional de Naciones Unidas (COMTRADE) las exportaciones argentinas de carne bovina promediaron las 130 mil toneladas anuales durante los últimos cuatro años (2010-2013), con una generación de divisas del orden de los US$ 1.070 millones anuales.

Si se considera un mercado mundial de 7,8 millones de toneladas métricas anuales, con un valor de intercambio promedio de US$ 37.000 millones, la participación de mercado de Argentina se ubicó en el 1,7% medida en volúmenes y en el 2,9% medida en divisas durante estos últimos años.

En un ejercicio de tipo contra fáctico, hipotético, resulta válido preguntarse qué generación de divisas habría logrado Argentina en este período reciente si hubiese sólo mantenido la participación en el mercado mundial que ostentara en décadas previas.

 

Si el país hubiese mantenido el market share de la década de los ’90 (un 6,6% promedio en volúmenes) las exportaciones de carne bovina habrían generado un flujo anual de US$ 2.400 millones y si hubiese mantenido la participación de la década de los ’80 (7,1% promedio), las divisas generadas habrían ascendido a US$ 2.600 millones.

Comparando los datos simulados con los efectivos, surge que la cadena de carne bovina (sólo exportación de carne) ha resignado al menos entre US$ 1.300 y US$ 1.500 millones anuales, un monto que al cabo de cuatro años (período 2010/2013) llega a US$ 5.200- US$ 6.000 millones.

Este último debe evaluarse como un escenario de mínima, ya que bajo otro contexto y condiciones, la cadena de la carne bovina argentina habría superado sin lugar a dudas las participaciones de mercado históricas.

 

Informe elaborado por Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre

Informe de Coyuntura (Extracto de la editorial)

Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL)

Fundación Mediterránea