El año pasado la cifra tomada para el mínimo no imponible fue elevada a $ 15.000 nominales (aproximadamente $ 12.000 efectivos), de sueldo, lo que tenía visos de razonabilidad, pero la galopante inflación motorizó reclamos en paritarias cerrando aumentos de sueldo por aproximadamente 30%, por lo que los trabajadores que suponían que iban a estar exentos de dicho impuesto, serán nuevamente alcanzados.
El malestar y esfuerzos y paciencia, que costó el año pasado que la presidente Cristina Kirchner firmara la elevación del mínimo no imponible, entendemos, no sería igual este año, dado el desgaste acumulado que genera el gobierno en diversos órdenes: inseguridad creciente, falta de justicia, licuación de sueldos por efectos de la inflación, sumado al incremento en las naftas, la quita de subsidios en agua corriente, gas domiciliario y prontamente electricidad, afectaría a la clase media en particular, por lo que podrían reeditarse nuevos cacerolazos a lo largo del año.
El malestar es creciente. Este mes se aumenta la medicina prepaga, la cuota en los colegios privados, el transporte, la alimentación, etc. etc por lo que los sueldos se licuarán a gran velocidad.
El tema de actualidad – los linchamientos –no son provocados por gente perversa.
Son el producto de broncas contenida, por todo lo comentado más arriba, que, lamentablemente no es registrada por el gobierno y hace que un ciudadano ejemplar, en pocos segundos se transforme en turba.
Cuántos del 54% que votaron al actual gobierno se estarán mirando en el espejo arrepentidos, pensando que mientras los funcionarios del gobierno se hacen cada día más ricos, los ciudadanos son cada día es más pobres… pero ya es tarde.
Fuente: Fundación Atlas