Libertad de mercados, eliminación de los ROE, disminución de la excesiva presión impositiva a los productores y eliminación de las retenciones son algunos de los principales temas que según ACSOJA, ASAGIR, ARGENTRIGO y MAIZAR deben estar en la agenda de prioridades de todos los funcionarios.
Representantes de las cuatro cadenas de valor por cultivo presentaron al gobierno de la provincia de Buenos Aires la agenda de prioridades que deben ser tenidas en cuenta en forma urgente en pos de la sustentabilidad económica y ambiental de la producción de granos y oleaginosas de la Argentina.
Del encuentro, realizado el viernes 28 de marzo en la sede del Ministerio de Asuntos Agrarios en La Plata, participaron el vicepresidente de la Asociación de la Cadena de la Soja (ACSOJA), Luis Zubizarreta, el presidente de la Asociación Argentina de Trigo (ARGENTRIGO), Matías Ferreccio, junto al ex presidente de esa Asociación, Santiago Labourt, el presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Luis Arias, el vicepresidente de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos (MAIZAR), Alberto Morelli, y el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Alejandro “Topo” Rodríguez, quien estuvo acompañado por el asesor Aniceto Chambrillon.
Las cuatro asociaciones por cadenas de valor vienen manteniendo reuniones para que desde los ámbitos oficiales se abra el debate acerca de las políticas que hoy impiden el normal funcionamiento y desarrollo del sector. “Las distorsiones que afectan la comercialización de nuestros productos, derivadas de las intervenciones del gobierno en el sector; las diversas y variadas regulaciones que afectan al desarrollo y la expansión de la agricultura en ambientes adversos o de alta vulnerabilidad para la producción; y la total falta de respuesta a reclamos o sugerencias sobre asuntos que afectan a las cadenas nos ubican en un estado de gran preocupación”, expresaron los representantes de ACSOJA, ARGENTRIGO, ASAGIR y MAIZAR.
Con la premisa de que si se fortalece al producto luego se beneficia toda la cadena de valor y, por ende, al país, los representantes de las cuatro Asociaciones por cadena de producto consensuaron una serie de temas que resultan prioritarios. Entre los más importantes se destacan la reivindicación de la libertad de los mercados; la eliminación de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE); la reducción de la excesiva presión impositiva a los productores; la eliminación de las retenciones para todos los cultivos; y la consolidación de un mercado a término fuerte.
Puntualmente, una de las grandes preocupaciones es el impacto creciente en la pérdida de sustentabilidad productiva por la falta de rotación de cultivos que ha ocasionado la serie de distorsiones al mercado de granos y oleaginosas.
El ejemplo emblemático es el trigo, que ha venido reduciendo su participación en forma alarmante a partir de la serie de intervenciones en el mercado y la falta de precio y previsibilidad con que deben manejarse los productores.
Otro cuya continuidad depende de un cambio urgente en el régimen de retenciones es el girasol. En esta campaña, la peor de los últimos 40 años, la superficie sembrada no superó las 1,4 millones de hectáreas y la producción final estará entre 2 y 2,3 millones de toneladas.
La producción de girasol sufre una abrumadora carga impositiva y una dramática discriminación oficial al tributar Derechos de Exportación del 32 y el 30 %, según se exporte como grano o transformado en aceites y pellets de harina vegetal. Hoy, la falta de estímulo para la producción de girasol pone en situación de quebranto a miles de productores de zonas marginales que no tienen otra alternativa agrícola y a raíz de la disminución del saldo exportable y la pérdida de mercados, compromete el futuro de numerosas plantas industriales desarrolladas en torno al cultivo, muchas de las cuales están radicadas en la provincia de Buenos Aires.
En el caso de la soja, la sustentabilidad que aporta la rotación de cultivos y que se ha visto afectada, es fundamental para la cadena. ACSOJA puso también en la mesa de discusión la necesidad de promover la diversidad de opciones agrícolas a la mano del productor, e hizo hincapié en desarrollar obras de infraestructura que permitan incorporar a la producción las áreas marginales actualmente relegadas por su alto costo logístico, tales como el NEA y NOA.
Por su parte, desde la cadena de valor del maíz y del sorgo, una de las que más empleo por hectárea genera, argumentaron que ha ido perdiendo eficiencia a partir de la prohibición de las exportaciones. Esto limita no sólo la capacidad de producir el cereal sino también otros productos derivados.
De la reunión surgió el compromiso de trabajar en una agenda que aborde no sólo los temas de política nacional, que escapan de las competencias provinciales, sino también otros puntuales de jurisdicción bonaerense que fueron tratados en el encuentro. Entre ellos se destaca la operatoria del puerto Quequén, donde Rodríguez expresó que se han realizado cambios en los últimos tres meses; los temas de infraestructura vinculados al Plan Maestro de la Cuenca del Salado, y el estado de rutas provinciales. Además, se mencionó la falta de seguridad rural y la imperiosa necesidad de evitar piquetes y amenazas realizadas fuera de la ley y con reclamos improcedentes y contrarios a la libertad de contratación de transporte. Por último, se analizó el tema de las regulaciones de aplicaciones de fitosanitarios en áreas periurbanas.
El objetivo, a partir de este primer encuentro, es continuar interactuando en pos de intercambiar ideas y soluciones sobre los temas importantes para los actores que forman parte de las cadenas de valor de los principales cultivos agrícolas de la Argentina