Para ello, cuenta con un servicio de diagnóstico de la enfermedad mediante técnicas de laboratorio estandarizadas, similares a las utilizadas en los principales países productores de caña de azúcar del mundo. Esto permite que el productor, una vez que envía las muestras, pueda disponer de información confiable sobre la sanidad de su lote semillero y utilizar caña semilla libre de raquitismo al momento de la plantación.
El Laboratorio de Fitopatología del INTA Famaillá (Ruta 301, km 32) comenzará a recibir las muestras a partir del 1° de abril, de lunes a miércoles, en el horario de 8.30 a 15 hs.
- Para obtener mayor información, los interesados pueden comunicarse al 0381-154139570 y al e-mail pfontana@correo.inta.gov.ar
Los pasos que deben seguir los productores para tomar las muestras son los siguientes:
- Identificar el lote en el que se hará el diagnóstico.
- Tomar una muestra de 10 tallos, abarcando la máxima superficie dentro del lote (lo más representativo posible).
- La muestra debe representar un lote no mayor a 5 has. (aproximadamente una muestra cada 300 surcos de 100 m.).
- La muestra debe estar formada por los entrenudos basales del tallo. (Los 3 inferiores).
- No muestrear dos tallos de una misma cepa ni tallos de un mismo surco.
- Identificar adecuadamente el lote de donde se recolecto la muestra, (variedad, localidad, edad, nombre del productor, etc.)
- Los entrenudos extraídos, preferentemente, no deben estar perforados por gusanos (Diatraea spp.)
- No deben transcurrir más de 2 días entre corte y la entrega de las muestras para el análisis.
Es importante tener en cuenta que el raquitismo es una enfermedad que afecta a todas las variedades comerciales empleadas actualmente en la región, produciendo disminuciones del 17 al 34% en el rendimiento cultural según la variedad, las condiciones generales del cultivo y el año agrícola en particular.
Las plantas de caña de azúcar infectadas con este patógeno no producen características visibles externamente, de ahí la importancia del análisis de laboratorio.
La propagación de la enfermedad se produce cuando las cañas infectadas son
utilizadas en nuevas plantaciones y actúan como focos de infección en el lote.
De este modo, los elementos de corte como machetes, cuchillas cortadoras de
cosechadoras, abonadoras, entre otros, son los encargados de la dispersión de
planta a planta.
“Por esto, sólo se logrará un control eficiente del raquitismo de las socas en la medida en que los productores cuenten con semilleros saneados para obtener caña semilla de óptima calidad sanitaria para cada plantación. Además, deben utilizar prácticas efectivas de manejo de ese lote semillero y todo el cañaveral para prevenir la dispersión durante el ciclo del cultivo”, explicó la Ing. Paola Fontana.
Para tener en cuenta, los datos de la última campaña (2012-2013) mostraron una incidencia del 26,2%, manteniendo la tendencia descendente de los últimos 3 años.