Así, la inflación acumula ya más de dos tercios de la prevista para todo el año en el Presupuesto.
Por otra parte, el ministro culpó al sector privado de los aumentos y admitió que provocaron una caída en la demanda. A nivel mayorista, los números oficiales registraron un incremento de 5,1,% el mes pasado, de 10,3% en el bimestre y de 24% en el último año.
En lo que fue convocado como una conferencia de prensa y terminó siendo sólo un monólogo, que incluyó un extenso reto a los periodistas y descalificaciones a las consultoras privadas, el ministro volvió a hacer el anuncio junto con Ana Edwin y Norberto Itzcovich, los jefes del Indec, acusados en la Justicia por la manipulación registrada desde 2007.
"Venimos a dar lectura del IPC de febrero", arrancó el ministro, para dejar en claro que no permitiría preguntas de los periodistas reunidos en el microcine del Palacio de Hacienda.
Antes de exhibir los resultados -que mostraron subas de 6% en atención médica, de 4,8% en atención y equipamiento del hogar, de 4% en alimentos y bebidas y de 3,9% en transporte y comunicaciones-, el ministro dedicó, una vez más, una extensa diatriba no sólo contra las consultoras que miden precios en forma privada, sino también contra los periodistas que, según afirmó, "no les repreguntan [a las consultoras] sobre la metodología que emplean" para difundir sus precios. Curiosamente, el Indec (que depende de él) sigue sin publicar los precios que utiliza para esta nueva medición inflacionaria ni difunde la canasta básica alimentaria ni la total, destinadas a determinar el nivel de indigencia y pobreza. Tampoco este IPC nacional muestra la realidad de los precios hacia atrás, porque el Gobierno no hizo un empalme con el cuestionado IPC metropolitano que Edwin e Itzcovich elaboraron entre 2007 y 2013.
Ambos funcionarios permanecieron en silencio al lado del ministro, aunque Edwin se permitió alguna sonrisa cuando Kicillof criticó con dureza a las consultoras.
Al referirse a la gran variedad de las mediciones privadas, dijo que "surgen de una nebulosa, porque se desconoce qué miden estas consultoras; si las juntamos no podrían explicar por qué (sus resultados) van del 3 al 8 por ciento; divergen olímpicamente entre ellos".
Enseguida apuntó a los empresarios que "toman decisiones sobre la base de estos números" y "a los medios, porque nadie les repregunta".
Aclaró que el ataque a los privados no era "para defender lo que estamos haciendo", porque eso, al parecer, se defendía solo. Sin embargo, el nuevo IPC fue elaborado a partir de la moción de censura aplicada por todo el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) hace un año y que aún no fue levantada.
Antes de detallar los resultados, comentó que los precios comenzaron a bajar. "Para que no comuniquen mal", indicó, emulando en su tono al ex ministro Domingo Cavallo. Aclaró que en marzo la medición comenzó a ser mejor luego de las "injustificables" subas de febrero. Explicó que tras "la variación cambiaria que hicimos en enero" -eufemismo para referirse a la devaluación- "productores y comerciantes decidieron pasar el valor del dólar a sus precios en forma mecánica, lo cual no tiene sentido económico y resintió la demanda". A partir de reuniones que mantuvieron, aseguró antes de irse al Cefid-Ar para dar una clase de historia económica, muchos de aquéllos "reflexionaron" y bajaron los precios.
Luego, Economía informó en un comunicado que "la variación de precios en febrero bajó a 3,4%", frente al 3,7% de enero, como para no dejar de comunicar ni un solo detalle optimista.