Finalmente vimos esta semana bajas marcadas para la soja en Chicago, donde perdió 5% en la primera posición y casi 4% en la julio, mes de referencia de la entrada de soja Argentina. Sin embargo lo hizo luego de acumular subas fuertes previamente. En el mes subsisten mejoras de casi 5% y 6% respectivamente. Por ello la merma entra dentro de una lógica toma de ganancias. De todas formas empiezan a aparecer quienes al justificar el movimiento negativo, y nos plantan dudas sobre la continuidad de las subas. Los elementos a considerar son cancelaciones de China sobre Sudamérica, con puertos abarrotados de granos en aquella región, y la llegada de la cosecha Argentina con fuerza al mercado que se prevé para cualquier momento. El maíz y el trigo en tanto siguen picantes en el mercado internacional por la tensión generada por la cuestión de Ucrania. En el caso del trigo se suma la preocupación por el clima frío y seco en EEUU.
En el mercado local en tanto la con la proximidad de la cosecha de soja se instrumenta una escalera de precios a la baja por soja semana a semana, partiendo desde 340 U$S/tt con descarga hasta el 18 de marzo, y llegando a 309 U$S/tt con entrega abril, para pasar luego a 311 con entrega mayo. Esto nos indica como se espera que llegue el pico de la oferta local. El maíz por su parte opera en 170 U$S/tt, valor que repite el de la semana pasada, y en el cual se realizaron operaciones por volúmenes interesantes. Ahora los productores esperan ver a donde puede ir el mercado para vender.
Tema aparte es la tranquilidad reciente del tipo de cambio. Esto hace que las ventas fluyan para quienes necesiten financiar gastos en el corto plazo, pero la situación es diferente para quienes tienen un horizonte temporal más largo. Trataremos estos temas en la reunión que realizaremos el martes 18 de marzo en el Parque Tecnológico de la Universidad Austral, en Pilar a las 8.30 hs con desayuno incluído.
En el caso del trigo a la situación de Ucrania es un tema central. En las horas en las que escribíamos este informe se realizaba el referendo para anexar Crimea a Rusia. El G7 y en particular las principales potencias de occidente estuvieron presionando a Rusia para que no se realizara este plebiscito. Sin embargo Rusia no solamente lo lleva adelante, sino que desconoce la nueva conducción política de Ucrania y sostiene que lo que se vive en Ucrania es un golpe de estado, y que el verdadero Presidente sigue siendo Yanukóvich. Al mismo tiempo hay despliegue militar por la zona y se teme que la avanzada Rusa para anexar territorio continúe.
Hasta ahora la información que recibimos de fuentes que están en el negocio agropecuario es que la siembra en aquel país evoluciona normalmente, y que no depende de créditos bancarios formales, sino del apoyo de compañías del sector, el cual seguiría funcionando con normalidad. En el caso de los barcos Granarios estarían también funcionando normalmente. Sin embargo a medida que la tensión escala se teme más por la continuidad de estas condiciones.
Como mencionábamos, en EEUU el clima frío y la falta de lluvias podrían estar convirtiéndose en un problema. Todavía el USDA no está publicando la calidad de los cultivos semana a semana, pero de acuerdo a datos privados y estaduales, el deterioro de los mismos sería importante. En ese sentido debemos tener presente que con Ucrania en duda, EEUU se vuelve el proveedor natural. Si tiene menos oferta, y además debe atender la demanda de Brasil que nuestro país dejaría vacante, el mercado internacional de trigo puede ponerse tirante.
De todas formas para el productor local, el mercado internacional de trigo es algo interesante, pero poco relevante, ya que las exportaciones siguen limitadas a 1,5 mill.tt. de ROE VERDE que se anticipó serían entregados. De ellos sólo se habilitaron dos tramos de 0,5 mill.tt. cada uno, y se espera por un tercero más adelante. Como los exportadores tienen compras que supera estos tonelajes, no hay necesidad de que salgan a buscar grano, y nos quedamos sin vaso comunicante con el mercado internacional. Tomando números de fuentes privadas, que señalan una producción de trigo que podría llegar a 10,5 mill.tt. y una demanda interna en 6,5 mill.tt. habría espacio para enviar al exterior 4 mill.tt. de trigo. Sin embargo no se ven indicios de que se vaya a revisar la política triguera.
En tanto en el mercado interno los molinos compraron activamente en el inicio de la campaña, luego quedaron operando menos, pero datos al 26 de febrero del Ministerio de Agricultura indican que ya llevaban compradas un estimado de 2,2 mill.tt. de trigo, suficiente para llegar a abril con la molienda. De todas formas la intención de retener de los productores hacen que la molinería se prepare para dar batalla por el grano que todavía está en el campo. El problema es que desde la estadística debería haber trigo más que suficiente para el mercado interno.
En los próximos días la discusión va a estar girando en torno a si las bajas en soja continuarán de la mano de las perspectivas de una demanda más tranquila y fondos liquidando posiciones compradas, o bien si el foco permanecerá en la ajustada situación de oferta y demanda disponible en EEUU, lo que evitaría que ello pase. Si la soja empuja a la baja, por más que en maíz la demanda esté firme y en cereales preocupe la situación de Ucrania, podría haber problemas para seguir a la suba.