El rinde de soja de la región núcleo superaría holgadamente el promedio de los últimos cinco años, pero también podría caer fuertemente si siguen las lluvias y se desmadran las enfermedades. Afortunadamente, en esta semana se reanudaron los controles y el descenso de la temperatura indicaría una mejora del clima. Esto calmó las orugas y es mancha marrón la enfermedad más nombrada ahora. Pese a las condiciones extremas del verano, el maíz tardío y de segunda mantiene su potencial en 80 a 90 qq/ha. No tan auspicioso en rindes, el maíz de primera se aproxima a la cosecha.
Entre el jueves 20 y el miércoles 26 de febrero hubo lluvias y tormentas de variada intensidad en toda la región. En Córdoba se observaron los acumulados más importantes, superiores a los 100 mm. El registro más elevado se midió en Bengolea, (Córdoba), con 160,8 mm. En el resto de la región, los acumulados promedios se mantuvieron entre 50 y 80 mm sobre Santa Fe y entre 20 y 40 mm sobre la provincia de Buenos Aires.
Intercalada con lluvias y lloviznas, la semana presentó días de sol que fueron claves para hacer controles de plagas y enfermedades. Se monitoreó intensamente los lotes de soja y se observa que mancha marrón (Septoria glycines) protagoniza la escena. Las zonas que ocupan las posiciones bajas del relieve están muy comprometidas con podredumbres de raíz y tallo y se encendió la alerta por la aparición de roya en cultivares susceptibles. Por otro lado, la notable disminución de temperatura contribuyó a bajar la actividad de las orugas. Las chinches se mantienen al margen y no pasan los umbrales de control.
A pesar de los problemas, se considera como muy buena la campaña de soja en la región núcleo. El rinde promedio de los últimos cinco ciclos de soja de primera marca una media de 32 qq/ha y esta vez se espera superarlo con 36 qq/ha. Pero la verdad surgirá en la cosecha porque es una campaña muy compleja y, de no llegar a controlarse efectivamente los actuales problemas, la productividad puede disminuir significativamente. Olas de calor, malezas imposibles de erradicar, ataques severos de bolillera, excesos hídricos y baja radiación, junto con enfermedades proliferando en un ambiente tan húmedo, podrían repercutir en la fotosíntesis y limitar el buen llenado de granos. La soja de segunda inicia el llenado con condiciones fisiológicas muy buenas. Los rindes esperados están por debajo de los de primera en 7 a 10 quintales.
El maíz tardío y de segunda se encuentra en floración e inicio de llenado. Su potencial de rinde sigue firme en 80 a 90 qq/ha. Sin factores limitantes, la radiación sería la objeción a este potencial. Hay híbridos que rompieron su resistencia a cogollero. En el norte bonaerense y el este cordobés la cosecha de la siembras de primera comenzaría dentro de 15 días. En otras zonas, comenzará en cuanto las condiciones climáticas lo permitan.