Desde INTA Pergamino recomiendan estar atentos debido a que fue detectada roya en San Justo (Centro de Santa Fe) y en Urdinarrain (centro-sur de Entre Ríos).

A esa aparición se deberá sumar que las condiciones ambientales son en estos momentos favorables para la dispersión de esporas de roya desde esas zonas con detección de la enfermedad hacia nuestra región por el pronóstico de varios días consecutivos con vientos desde el norte.

El Ing.Agr. Antonio Ivancovich, es quien alerta sobre esta situación y además comenta que estamos en momentos de condiciones predisponentes para el desarrollo de la enfermedad, debido a días con abundante rocío por más de 8 horas y temperaturas favorables para la ocurrencia de infección.

Ante esta situación, el especialista recomienda intensificar el monitoreo de los lotes, observando los mismos cada dos o tres días, evaluando las plantas en sus hojas basales. Y en caso de encontrar síntomas sospechosos consultar a los especialistas en enfermedades de soja.

 

Importancia de la enfermedad

La roya es una enfermedad de alto potencial destructivo que afecta al cultivo de la soja. Desde su identificación a comienzos del siglo pasado en Asia, la roya ha provocado severos daños en lotes de soja ubicados en varios continentes.

La roya de la soja es causada por dos especies de hongos: Phakopsora pachyrhizi, originaria de Asia, y Phakopsora meibomiae, originaria de Sudamérica. La especie asiática es más virulenta y agresiva que la sudamericana, por lo tanto causa mayores daños económicos.

La especie asiática fue encontrada en Hawai en 1994, y causa considerables pérdidas de rendimiento en varios países asiáticos, hasta 40% en Japón y 80% en Taiwán.

En los EEUU el riesgo de la roya de la soja está siendo investigado desde la década del 70’ por el USDA (Departamento de Agricultura de los EEUU).

En Brasil y Paraguay la forma asiática de la roya de la soja ha sido observada durante los años 2001 y 2002). En ese mismo período fue encontrada en la provincia de Chaco, Argentina (comunicación personal, Ing. de Alvarez, de la Universidad del NE, Corrientes).

 

Síntomas

Aunque los síntomas de la roya pueden presentarse en cualquier momento del ciclo del cultivo, se hacen más evidentes en plantas, posterior a floración, progresando desde las hojas inferiores hacia las superiores. Los síntomas se visualizan mayormente en el envés, como lesiones de color amarillo que posteriormente se tornan marrón y marrón-rojizo. Sobre estas lesiones se forman estructuras globosas denominadas urediniosoros, que liberan urediniosporas a través de un poro central. Durante los últimos estados de la enfermedad se forman otras estructuras, de color pardo oscuro, denominadas telios, que contienen teliosporas.

La variación en los síntomas está relacionada a factores como estado de crecimiento de la planta, variedad e inclusive a la raza del patógeno presente. En tal sentido se diferencian dos tipos de lesiones: marrón-rojizas, con grandes áreas necróticas y pocos o ningún urediniosoros; y marrón-amarillentas, con pústulas y masas de urediniosporas.

Los síntomas de la roya se pueden confundir con los causados por la mancha marrón (Septoria glycines) y la pústula bacteriana (Xanthomonas axonopodis pv. glycines).

 

Epifitiología

Phakopsora pachyrhizi es un patógeno biotrófico, que no sobrevive en los rastrojos infectados, sino en plantas espontáneas de soja y en numerosos hospedantes alternativos de este hongo.

Se han citado 31 especies en 17 géneros de leguminosas que son hospedantes de P. pachyrhizi en la naturaleza, y 24 especies en 19 géneros que son hospedantes de ambas especies de Phakopsora, entre las que se pueden mencionar a las siguientes: kudzu (Pueraria lobata), trebol (Melilotus spp.), lupino (Lupinus hirsutus), poroto (Phaseolus vulgaris), caupi (Vigna unguiculata).  También han sido citadas como hospedantes diversas otras especies en los géneros Cajanus, Crotalaria, Dolichos, Lablab, Medicago, Pachyrhizus, Rhynchosia, y Vicia.

La germinación de esporas ocurre con un mínimo de 6 h de rocío y temperaturas entre 8 y 36°C, con un óptimo entre 16 y 24°C.  La infección ocurre también con un mínimo de 6 h de rocío y temperaturas entre 11 y 28°C, con un óptimo entre 19 y 24°C.  Con temperaturas de 22 a 27°C, los urediniosoros maduran 6 a 7 días después de infección.  Cada 10-11 días se produce una nueva generación de urediniosporas. Con condiciones favorables, tiempo fresco y húmedo, es posible progresar desde una infección inicial a una de 90% en 3 semanas.

Las urediniosporas, pueden sobrevivir hasta 50 días, y son fácilmente dispersadas por el viento, lo que posibilita que la enfermedad pueda ser diseminada a grandes distancias geográficas.

El agente causal de la roya es un patógeno policíclico (varias generaciones durante el ciclo del cultivo de la soja), con capacidad de producir abundantes urediniosporas bajo condiciones ambientales favorables. Penetra en forma directa a través de la cutícula y la epidermis del hospedante, lo que hace que la infección sea rápida y fácil.

El nivel de pérdidas causado por la roya depende del estado fenológico en que comienzan los síntomas, y de la severidad de los mismos. El mayor efecto negativo de la enfermedad sobre el cultivo se relaciona con la madurez anticipada y el rendimiento del mismo. Con altas temperaturas y tiempo seco, la evolución de la enfermedad es más lenta.

 

Manejo de la enfermedad

Entre las alternativas de manejo de la roya de la soja se mencionan el uso de cultivares resistentes y el uso de fungicidas de aplicación foliar.

Existen 6 genes de resistencia: Rpp1, Rpp2, Rpp3, Rpp4, Rpp5 yRpp6 que han sido identificados en PI 200692, PI 230970, PI 462312 (Ankur), PI 459025, PI 200526 (Shiranui) y PI 567102 B, respectivamente.

Considerando la importancia de la enfermedad y el desconocimiento de la reacción de los cultivares comerciales de soja disponibles frente a la misma resulta de utilidad profundizar los conocimientos respecto a este tema para minimizar los posible efectos negativos de la roya en el futuro.

Hasta tanto no se dispongan de cultivares comerciales de buen comportamiento frente a la enfermedad la aplicación de fungicidas foliares apenas se detecten los primeros síntomas se constituye en una herramienta factible de ser utilizada para minimizar los daños causados por la roya. Si las condiciones favorables para la enfermedad persisten durante un tiempo prolongado pueden ser necesarias varias aplicaciones. Entre los funguicidas mencionados para el control de la roya de la soja están los siguientes: Triazoles (cyproconazole, difenoconazole, epoxiconazole, tebuconazole) y Estrobilurinas (azoxistrobina, pyraclostrobin, y trifloxystrobin).

 

Para más información:

Antonio Ivancovich – Unidad Integrada UNNOBA – INTA Pergamino - ivancovich@pergamino.inta.gov.ar