La devaluación del peso genera cada vez más dudas en el sector de la lechería que, además, sufre una fuerte caída estacional en la producción como consecuencia de las altas temperaturas de diciembre y enero y las últimas lluvias. Aunque en los primeros meses de este año hubo una mejora en el precio de la leche, la caída en la producción y la suba de los costos provocada por la actualización cambiaria redujo la facturación y la liquidez. En este escenario, las inversiones están paralizadas. Mientras se aproxima la fecha de implantación de los verdeos de invierno y de decidir el destino del maíz (picado para silo o venta comercial), aún no hay certezas sobre qué pasará con las reservas para el invierno, explicó una nota del diario cordobés La Voz del Interior.
Muchos productores que tenían previsto renovar sus pasturas a comienzos de este año postergaron esta tarea para la próxima campaña por el aumento en los costos de los insumos, entre ellos, el glifosato, que es usado para la limpieza de los lotes que van a recibir a los nuevos cultivos de alfalfa. Según aseguran los productores, la cotización del herbicida se disparó: una formulación premium tiene un valor de contado de u$s 6,80 por litro, pero su la compra se financia a dos meses, el valor sube a u$s 8,40. Los proveedores están reduciendo los plazos comerciales de 120 a 30 días.
Las devaluaciones le pegan muy fuerte a la producción de leche, debido a que es una actividad con la mayoría de sus costos dolarizados y la particularidad de que se cobra el valor de la materia prima diferido en el tiempo, lo que agrava sus efectos, destacó el productor lechero Jesús Vanzetti al diario La Voz del Interior.
En enero el valor promedio por litro entregado fue de entre $ 2,45 y $ 2,55 y las proyecciones indican que seguirá subiendo y para marzo llegará a $ 3. El clima también influye: en diciembre, las altas temperaturas y la falta de agua impactaron en la producción. Ahora, el exceso de agua en algunas cuencas está provocando estrés en los rodeos y menos productividad.
La producción se ha reducido 30 por ciento en relación con los valores de noviembre pasado, debido a los efectos del clima, sostuvo Diego Manavella, productor lechero de la cuenca de Villa María y presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec). Hay muchos tambos con falta de inversión en infraestructura que han visto afectada su producción y agravada su situación económica. En especial aquellas explotaciones en campos alquilados, agregó.
Si bien se está exportando menos volumen, porque hay menos leche, la industria espera revertir esta tendencia en los próximos meses, de acuerdo a la información del diario cordobés. El comercio exterior sigue siendo el principal sostén del precio de la materia prima, aunque con menor protagonismo estacional.
A mediados de febrero, la Comisión Nacional de Lechería de la Federación Agraria Argentina se reunió en la ciudad de Rosario y advirtió que la situación de los tamberos es desesperantey la atribuyó a años de políticas sectoriales equivocadas y que el proceso de desaparición de tambos se acelerara tras la devaluación.