Sergio Ingaramo, de Trenque Lauquen, es hijo de productores agropecuarios, nieto de un fabricante de cosechadoras y ofrece sus servicios como contratista.
La historia empresaria del contratista Sergio Ingaramo fue escrita, como tantas otras, de la mano de CLAAS Argentina y de los vaivenes económicos del país. El “CLAAS Puma Team”, como él mismo lo identifica, es una empresa familiar dedicada a ofrecer servicios de trilla.
“El Puma”, así lo apodan a este hombre radicado en Trenque Lauquen, al oeste de la provincia de Buenos Aires, que comenzó como un pequeño productor agropecuario de la zona de San Vicente, Santa Fe, allá por 1994. La realidad económica de aquellos momentos lo llevó a deshacerse de las vacas y los campos alquilados para producir en apenas unas 100 hectáreas propias. Un crédito del Banco Nación le posibilitó comprar una cosechadora Deutz para comenzar a dar servicios de cosecha en campos de Buenos Aires. En 1997 llegaría la MEGA 218, su primera cosechadora CLAAS cero kilómetro. En el 2001 vendría la LEXION 480 y enseguida, la crisis del país que lo llevaría a estrechar, aún más, lazos con la firma alemana líder en maquinaria agrícola.
“En 2006 sumamos una MEGA 204 usada para que la trabaje mi hijo, que había dejado sus estudios. Allí vimos que no era cuestión de cantidad de equipos sino de tamaño de máquina. Prefiero una sola y lo más grande posible”, define “El Puma” Ingaramo. Y continúa: “en 2007, unificamos en un solo equipo de mayor porte y cambiamos las dos cosechadoras que teníamos por una LEXION 600. Y ahora, somos los primeros en adquirir la LEXION 780. Nicolás, mi hijo, comanda la máquina y yo, el camión tolva. La 780 es un nuevo desafío, como lo fueron la 480 y la 600 en su momento”.
“Desde la LEXION 480 tratamos de cosechar no menos de 4.000 mil hectáreas por año, de las cuales la mitad son de granos finos de un cliente que atendemos desde hace 17 años y la otra mitad son de soja y maíz en el partido de Trenque Lauquen, donde por razones operativas nos afincamos desde el 2008 y aquí también realizamos el mantenimiento y reparación de cosechadoras”.
“Nuestra actividad se zonifica cada vez más –explica-. Tenés que imponer tu equipo en tu zona de trabajo. Cuando te trasladas sos un forastero más que entra a competir y no importa el servicio que prestes, sino cuánto vale”.
Ingaramo dice que es un admirador del ingenio alemán: “son muy meticulosos”, dice. Pero además explica que los productores de ese país europeo “tienen un clima húmedo que los enfrenta a condiciones de cosecha muy parecidas a las nuestras, lo que hace que las cosechadoras CLAAS sean únicas en prestación y confiabilidad”.
Sergio Ingaramo lleva el amor por los fierros en la sangre. Su apodo “El Puma” lo acarrea de sus inicios, cuando comenzó a trabajar como principiante, en Bernardín, la fábrica de cosechadoras de su abuelo materno. Allí estaban “El Tigre” y “El León”, los otros dos felinos que fueron sus compañeros de trabajo en esa metalúrgica. Hoy, dice con orgullo, el “CLAAS Puma Team es el grupo que trabaja conmigo y que incluye a mi familia”.
Para Ingaramo, CLAAS es más que una marca con la que trabaja. Es también parte de su cultura, de su estilo de trabajo. El confía en estas cosechadoras y por eso compró la primera LEXION 780 vendida en la Argentina. Es el último modelo, y el de mayor porte, lanzado por la firma a nivel mundial.