Con banderas y pancartas, los trabajadores del Indec opuestos a la intervención revivieron su protesta en la calle frente al monumento a Roca. Reclamaban otra vez el fin de la manipulación. Adentro, en el hall del organismo, la llamada "patota" miraba la escena. Había sido una jornada caliente. Según contaron fuentes del Indec a LA NACION, varios directores habían trasnochado, intentando reparar los errores que había encontrado el ministro de Economía en la nueva metodología usada para medir la inflación.
Fue el tenso contexto en que Axel Kicillof presentaba, anteayer, el renovado índice de precios supervisado por el FMI, que reconoció la suba de precios más alta en 12 años pero que, al mismo tiempo, agregó dudas sobre el modo en que se calculará un indicador decisivo de la economía: la pobreza. Por primera vez en años, el Indec no publicó las canastas de consumo mínimo que sirven para estimar mes tras mes lo que necesita una familia para cubrir sus necesidades básicas.
El ministro, que dio el anuncio flanqueado por Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, puntales del falseamiento de datos, no habló en ese momento del tema.
En rigor, el organismo blanqueó sólo la variación mensual de la inflación, pero no los precios que releva en la calle y no publica desde 2008. Si hubiera difundido las canastas Básica Total (CBT) y Básica Alimentaria (CBA) transparentadas con precios reales, habría tenido que oficializar una fuerte suba de la pobreza y la indigencia, hecho que probablemente opacaría el nuevo índice. En caso contrario, los bajos valores en las canastas habrían contrastado con la intención oficial de demostrar una mejora en los números oficiales que difunde el Indec.
Según el calendario oficial, el próximo informe completo sobre pobreza e indigencia debería publicarse en abril. Pero incluirá datos del segundo semestre del año pasado. Los primeros números de 2014 se verán recién en septiembre, lo que le da al Indec tiempo para adecuarse a variaciones más ajustadas a la realidad.
Según los datos de diciembre de la valorización mensual de las canastas publicados por el organismo en enero pasado, cada integrante de una familia tipo de cuatro miembros necesita $ 6,34 por día para poder comer. Es el relato oficial que, a pesar las fuertes críticas, la presidenta Cristina Kirchner buscó reforzar cuando reinauguró, a mediados del año pasado, el comedor de la Casa Rosada, en que se puede comer por 3 pesos.
La ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) desplazada del Indec por el Gobierno en julio de 2007, Cynthia Pok, calculó que esa misma familia tipo precisa casi cuatro veces más, es decir, $ 23 por día, para no caer en la indigencia. Así, mientras la CBA del Indec era de $ 787,28 en diciembre, la calculada por la socióloga de ATE llegó a $ 2965,87 en enero.
LA NACION consultó en el Ministerio de Economía sobre la decisión de no difundir las canastas, pero no hubo una respuesta.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) estimó a fines del año pasado que la pobreza alcanzaba ya a unos 10 millones de argentinos. Según ese dato, en 2012 fue de 24,5%. A contramano, según el Indec, la cifra oficial de pobres eran entonces de 5,4 por ciento.
"El dato de pobreza acumula las canastas mensuales de cada uno de los períodos relevados", explicó Pok a este medio. "Lo que tenían que hacer en un principio era elaborarlas, publicarlas y no manipularlas. Hoy no sabemos qué se cumple y qué no", afirmó la socióloga.
El Indec produce varias canastas: una general que surge de la Encuesta de Gastos, otra que se selecciona para medir los precios, y la mínima, para estimar los niveles de supervivencia física y social. Esta última, cuenta Pok, estaba en revisión en 2007 para ser actualizada. Eso se interrumpió con la intervención oficial que impulsó Guillermo Moreno.
"A esta altura no se sabe cómo van a producir el dato de pobreza y menos cómo es la composición de esa canasta, o sea qué productos incluyen ni que precios toman", dijo Pok. "Nuestro principio fue siempre la democratización de la información para ponerla a disposición de todos los usuarios de manera pública y gratuita", concluyó.
Actualmente, tanto los directores de Precios como de la EPH responden a la intervención de Moreno. El IPCnu presentado ayer fue elaborado bajo el mando del contador Pablo Faifman, que se desempeñaba como asistente de Hernán Brahim, que se presentaba en el organismo como ex policía federal y hombre fuerte de la "patota" de Moreno. En la EPH, en tanto, está al mando Claudio Comari, otro morenista.
Números que todavía difieren de la realidad
6,34 pesos
Es el dinero que precisó una persona por día en diciembre para poder comer, según el Indec.
23 pesos
Es lo que necesitó una persona por día en enero para no caer en la indigencia, según datos alternativos.
5,4% pobreza oficial
Es, pese a las críticas, el dato de inflación que difundió el Indec para 2012.
24,5% pobreza alternativa
Es el número de pobreza de 2012 difundido por la Universidad Católica.