Si los tamberos estaban realmente preocupados por la rentabilidad de sus establecimientos por el calor y la sequía, que provocó estrés en las vacas y reducción de producción de leche, la última normativa publicada en el Boletín Oficial el 29/1 se instaló como un elemento más de presión y agobio.

Es que a partir de ahora estarán obligados a presentar una declaración jurada bimestral, en el marco de la creación del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroalimentaria, cuyo incumplimiento, según explica el Gobierno, podría generar que no se renueven licencias a productores

Según explicó el diario Infobae, los establecimientos que desarrollen actividades contempladas dentro de las categorías de "Elaborador De Productos Lácteos" y de "Tambo Elaborador" deberán dar detalles de elaboración y existencias de productos lácteos cada dos meses por una nueva resolución del oficialismo.

Asimismo, el Boletín oficial indica que las declaraciones juradas mensuales "se presentarán  SEIS (6) veces por año, agrupadas según el siguiente cronograma: enero y febrero, antes del 20 de marzo; marzo y abril, antes del 20 de mayo; mayo y junio, antes del 20 de julio; julio y agosto, antes del 20 de septiembre; septiembre y octubre, antes del 20 de noviembre y noviembre y diciembre, antes del 20 de enero del próximo año y así sucesivamente".

Se entiende por "Elaborador de productos lácteos" a quien sea responsable de la explotación de un establecimiento en el cual se industrialice y/o reindustrialice leche cruda, leche, sus productos, subproductos y/o derivados, a partir de materia prima de tambos propios y de terceros simultáneamente o exclusivamente de terceros.

Por su parte, se cataloga como "Tambo elaborador"  a quien sea responsable de la explotación de un tambo en el cual, asimismo, se realice la semielaboración y/o elaboración de leche cruda obtenida exclusivamente en dicho establecimiento.

Esta decisión gubernamental se da en el marco del Programa Nacional de Lechería, con la finalidad de llevar adelante una serie de acciones y medidas elaboradas con los objetivos de establecer, en palabras del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, “un sistema de información de los establecimientos lácteos existentes en el país mediante la recolección de datos para la elaboración de estadísticas de producción, industrialización, destinos, existencias de leche y sus derivados".

La información recopilada será "suministrada y publicada en compilaciones de conjunto -explicó el Gobierno- de modo que no pueda ser violado el secreto comercial o patrimonial ni individualizarse las personas o entidades a quienes se refieran".

Ante el incumplimiento en la presentación de la declaración jurada, se advirtió a los productores que "no se otorgará la renovación de inscripción en el Registro o, en su caso, se dispondrá la suspensión o cancelación de las inscripciones otorgadas".

 

Asuntos Agrarios invitó a la Mesa Lechera Provincial a una reunión el 11/2

 

El Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires convocó a reanudar el trabajo de la Mesa Lechera Provincial en un encuentro que se llevará a cabo el 11 de febrero en la ciudad de Trenque Lauquen. Así lo dispusieron el ministro Alejandro "Topo" Rodriguez; el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Juan Angel Cruz y el Director de Producción Láctea, Marcelo Lioi.

Al respecto, Lioi recordó que "la mesa lechera cuenta con catorce años de trabajo y el Ministro ha dispuesto retomar las actividades de diálogo", al tiempo que precisó que "se va a proponer abordar todos los temas que hacen a la problemática del sector tanto productivo como industrial, manteniendo el concepto de cadena de valor que siempre ha tenido este espacio".

 

La problemática de los lecheros argentinos “não tem fim”

Según informa el diario El Día de La Plata, Teodoro Mulder, propietario de un tambo en la zona de Brandsen (donde funcionan 55 establecimientos lecheros) y representante de la Asociación de Criadores de Holando-Argentino (ACHA), comentó que durante esas agobiantes jornadas de calor, en su establecimiento lechero registró pérdidas promedio de hasta 4 litros de leche por vaca cada día.

Pero esa no es la única consecuencia. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) aseguran que los perjuicios económicos también se originan en la pérdida de peso de los animales, en la caída de los índices reproductivos, en el mayor riesgo de enfermedades y en el deterioro de los porcentajes de grasa y proteína en la leche.

Este último aspecto afecta sensiblemente la rentabilidad del sector. “Es lo que marca el precio de la leche”, explica Mulder, ya que “la mayoría de las industrias pagan por la calidad y su porcentaje de proteínas y grasas. Cuando hace mucho calor, como la vaca come menos, bajan las proteínas y las grasas. Y a su vez el precio cae”.

Otro factor que aparece con el calor es el denominado “problema de preñez”. “Cuando hace mucho calor, a la vaca le cuesta mucho más quedar preñada”, agrega el productor.

Horacio Salaverri, titular de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), señaló que este año “los casos más agudos se dieron en Córdoba (una familia sufrió la pérdida de 105 vacas), pero en la provincia de Buenos Aires, produjo un nivel de estrés en el animal de tambo que provocó pérdida de capacidad productiva en litros de leche”. “Los animales siempre sufren el calor -explica Mulder-. Una vaca que está produciendo leche es como una máquina: cuando la temperatura pasa de los 32 o 33 grados, empieza a sentirse molesta. Busca sombra y toma muchísima agua, más de 150 litros por día”.

Infortambo también plantea un escenario complicado luego de la ola de calor que sufrieron los establecimientos lecheros. En diálogo con Horacio Arrizabalaga, médico veterinario y asesor de la zona norte de La Pampa, oeste de Bs. As. y sur de Córdoba, se relevó una pérdida de cerca del 25% testeada en los tambos de muestra de pool. Asimismo, Arrizabalaga sostuvo que la producción decayó entre 2 y 6 litros en algunos tambos que incluso cuentan con sistema de refrescado.

 

¿Estamos lejos del ejemplo uruguayo?

 

Una Columna de opinión publicada en el diario El Observador Agropecuario, de Uruguay, relata una realidad diferente a la argentina; “casi al cierre del primer mes del año, la lechería uruguaya parece no tener barreras para seguir creciendo. Aún está fresco el dato del cierre del año pasado, cuando la leche remitida a las plantas industriales redondeó un récord de 2.200 millones de litros”, reza el artículo periodístico.

Y así los charrúas superaron la mejor performance alcanzada, “cuando en el ciclo agrícola 2011/2012 la producción llegó a 2.177 millones de litros remitidos a las plantas industriales. Ahora, cuando está terminando enero de 2014, solo Conaprole, la mayor empresa del sector, está recibiendo 5,5 millones de litros diarios de leche en sus plantas”.

Y a pesar de que tampoco fueron buenas las condiciones climáticas en Uruguay, los productores parecen haber sorteado la baja productiva que tuvieron en diciembre pasado por la ola de calor, luego de cerrar un año con 7% de incremento de la producción. Otro récord, porque a pesar de haber tenido el primer mes del año con la producción más baja, los productores tamberos sostienen un ordeñe que está en la media de todo el año pasado.

Mientras referentes del sector lechero de ese país pronostican para 2014 un nuevo crecimiento de la producción, en torno al 8%, con menos productores y vacas en menos hectáreas, acá nos lamentamos de no poder aprovechar el tren de las oportunidades.

 

El optimismo del productor argentino: llegar a $2,50 por litro de leche para marzo de 2014

 

La parte optimista de este artículo está dada por la mejora en el precio del litro de leche para el productor tambero argentino. De acuerdo a lo relevado por Infortambo, el 2014 comenzó con un precio de $2,25 a $2,38/ litro y para marzo se espera que esa cifra suba a $2,50/ litro. Pero por otro lado, era lógico que este escenario se diera, ya que en 2012 debió soportar un planchado de precios, incluso, hasta por debajo de sus costos, lo que llevó a la desaparición de muchas empresas, y a que otras reabsorbieran por ejemplo, tambos más chicos en estructura. Y así los más grandes se comieron a los chicos.

Sin embargo, el desánimo vuelve al pensar en ciertas variables que complican, tales como el crecimiento inflacionario a  nivel nacional, el aumento de insumos como el gasoil y la baja estacional de la producción, todos elementos que obligan al productor, una vez más, a afinar el lápiz, para así correrse del esquema lamentable que generó la última foto de este artículo.

 

Por Julia A. Luzuriaga