"Es muy triste ver cómo en 20 minutos la fruta queda en el piso y se desvanece el trabajo de todo el año", contó triste Antonio, un vecino de Rama Caída, en el departamento de San Rafael que sufrió la granizada del lunes en la siesta.

Antonio habla porque se le insiste mientras limpia de hojas y restos de duraznos y ciruelas la tierra bajo los frutales. "Uno no piensa tanto en la plata que se pierde porque estábamos a punto de cosechar, sino piensa en todo el esfuerzo, el levantarse a cualquier hora a regar, el pelearla porque se nos heló casi todo, y ahora en cuánto podrán recuperarse estas plantas", señala el hombre al diario Los Andes, hijo de agricultores y acostumbrado a lidiar con las contingencias climáticas.

Las tormentas de granizo y viento que afectaron a varios distritos de San Rafael la siesta del lunes 20 de enero dejaron un saldo inicial de 5.832 hectáreas dañadas, perjudicando a unos 600 productores, con pérdidas del 70%, aunque en algunas partes rondó del 80 al 90%.

En ciertas zonas el granizo afectó por franjas -"es un ancho de 400 metros más o menos", explican los productores. Por eso, en determinadas fincas sólo cayó agua mientras que otras cercanas dejó las plantas lastimadas, las hojas y los frutos en el piso.

"Si bien no fue tan grande hizo desastres en los viñedos, aunque el auto que no alcancé a guardar no tiene nada", relató otro agricultor. "Una especie de lotería, hoy te salvás y mañana te toca a vos que te lleve todo", agregó.

Todos coinciden en recordar las heladas tardías que quemaron la fruta, razón por la cual casi no tendrían producción para comercializar. Ahora el panorama es aún más desolador, ya que lo que dejó la helada lo terminó de destruir el granizo en cuestión de minutos.

Mientras en las fincas los productores buscaban la forma de continuar adelante, ayer los funcionarios provinciales y municipales recorrieron las zonas más castigadas. Así el subsecretario de Agricultura, Cristian Correa, junto a Marcos Scipioni, director de Contingencias Climáticas y Javier Molina, director de Desarrollo Rural de la comuna, empezaron a visitar los parajes donde la tormenta actuó con inclemencia.

Los daños van del 10 al 100%, según las zonas y fincas, explicó más tarde Correa, ya que el fenómeno tuvo la característica de castigar una franja y dejar indemne otra a 1 kilómetro, en el mismo distrito.

"Uno dice que como cae granizo seguido se acostumbra, pero no es cierto", expresó Silvia. "Nosotros tenemos una pequeña huerta y varios frutales que quedaron a la miseria, por eso digo que es mentira que uno tome el que caiga piedra como si nada". Y concluyó: "Rompió algunos vidrios de las ventanas pero te imaginás que eso no es nada, cuando ves que te deja sin nada de fruta o de verduras".

La tormenta afectó a gran parte del departamento de San Rafael, aunque lo peor se lo llevaron algunas fincas de los distritos Rama Caída, Cuadro Nacional, Cañada Seca, Cuadro Benegas, Goudge y La Llave, en donde el agua que cayó estuvo acompañada por granizo, en algunas partes del tamaño de huevos de gallina o pelotas de golf.

En la cantidad de hectáreas afectadas Goudge encabeza la lista con 2.450, seguido por Rama Caída con 1.190 hectáreas. Allí el granizo por momentos tuvo hasta 5 ó 6 centímetros de diámetro, al principio en seco, y luego con abundante agua y viento.