Por Florencia Donovan
Por un día, el dólar oficial le quitó protagonismo al billete paralelo. Pese a la intervención del Banco Central (BCRA), que vendió US$ 120 millones de sus reservas para contener la demanda de empresas y de bancos, el tipo de cambio oficial llegó a coquetear por primera vez con los 7 pesos, para terminar en $ 6,90, seis centavos por encima de su cierre anterior. El billete paralelo, entre tanto, cerró en $ 11,85, y recuperó gran parte de lo que había cedido anteayer.
"Si el dólar oficial se mueve 1,5% en un día, ¿es devaluación o flotación administrada? Creo que está en el límite", opinó Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews.
Según el economista, "el riesgo de esta estrategia de devaluaciones progresivas es que genera una inercia que impacta sobre las expectativas de inflación". "La economía -dice Kiguel- se mueve pensando que se ajusta todo un poco cada día. Si se devalúa 5% en un mes y la inflación va al 3,5%, entonces en términos de recuperación de la competitividad sólo se está ganando un punto y medio por mes."
Durante la rueda, se operaron en el MAE, el mercado donde se concentran los negocios de los bancos y de las grandes empresas, US$ 223 millones. En la City señalaron que hubo una mayor demanda de compañías, dado que el viernes pasado y anteayer no habían podido satisfacer sus obligaciones, porque el BCRA mantuvo en ambas ruedas un cerrojo sobre las compras.
La entidad que preside Juan Carlos Fábrega fue prácticamente la única proveedora de dólares. De ahí que, si bien su intervención fue de US$ 120 millones, sus reservas terminaron cayendo en la jornada US$ 200 millones, a US$ 29.523 millones.
Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica, considera que la presión que existe sobre el dólar paralelo obliga al BCRA a devaluar con más velocidad el oficial, para no aumentar la brecha entre ambos. "Al mismo tiempo -agrega-, el Banco Central sube las tasas de interés, que si bien todavía no cubren las expectativas de devaluación, de a poco la van recortando."
Ayer, por caso, el BCRA subió las tasas de interés de sus letras (conocidas en la jerga como Lebac y Nobac) entre 160 y 180 puntos básicos en todos sus plazos. Así, el Central espera atraer parte de los pesos que están ociosos en el mercado y pueden llegar a presionar sobre el dólar paralelo.
Con su licitación de Lebac de ayer, el BCRA retiró 2700 millones de pesos del circuito. Por su letra a 77 días pagó una tasa de 19,61% anual, mientras que por su Nobac a 90 días pagó Badlar (como se llama la tasa promedio que pagan los bancos por sus plazos fijos mayoristas) menos 200 puntos básicos.
"Subir las tasas no es gratuito", aclara Castiñeira. "Te quita presión sobre el blue, pero no te soluciona los problemas macroeconómicos. Las tasas atentan contra el nivel de actividad y contra el resultado del Banco Central, que en algún punto empieza a perder plata", explicó.
Los economistas coinciden, no obstante, en que contener la cotización del dólar paralelo es clave, ya que se trata de la principal referencia financiera que tienen los inversores. El mercado oficial, después de todo, está vedado para cualquiera que quiera comprar dólares para atesoramiento.
De ahí que nuevamente la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) estuviera ayer acompañando con compras de bonos las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario. Vendiendo bonos denominados en dólares, como el Bonar 18, a cambio de pesos, y comprando bonos como el Boden 2015 y el Bonar 17, a cambio de dólares, la Anses busca tener juego en el llamado dólar bolsa, que ayer se conseguía en torno a los 9,80 pesos.
Desde que la Anses opera en el mercado bursátil con el objetivo de frenar la escalada del dólar bolsa -y así acotar al blue-, el volumen de negocios en bonos creció de manera exponencial. Por caso, según datos del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), el volumen operado en Bonar 17 contra dólares pasó de US$ 1 millón promedio diario a fin de diciembre a US$ 22 millones el viernes último. Del mismo modo, el Boden 2015 contra dólares creció de poco más de US$ 2 millones diarios en diciembre a US$ 11 millones el viernes pasado.