En abril del año pasado Brasil suspendió el cobro del arancel externo común al trigo para un cupo de un millón de toneladas que más tarde fue ampliado a 3,3 millones de toneladas. Todas estas compras fueron cubiertas con compras a los EE.UU. Pasamos de abastecer el 70% de las necesidades brasileñas al 35%. Este año ya se iniciaron las compras del Brasil que ha conseguido que los precios de su nuevo principal proveedor sean casi equiparables a los que consigue comprando en Argentina.
En medio de la espera, Brasil, que supo descansar en el abastecimiento de trigo argentino en el pasado, empieza a tener necesidades y le compró 50.000 toneladas de trigo a los Estados Unidos, según informaron fuentes a la agencia Reuters. Esto implica una pérdida de oportunidad para la Argentina, que cosechó el 40% del área sembrada con trigo y cuando comienza a entrar la producción del sur de Buenos Aires, la zona triguera por excelencia.
Brasil, que ya veía venir los problemas de abastecimiento de trigo que viene sufriendo en los últimos años a la par de mayores restricciones a las ventas externas desde la Argentina, buscó otros caminos.
El gobierno de Dilma Roussef decidió el mes pasado abrir una cuota adicional de 600.000 toneladas para la compra de trigo libre de arancel de países externos al Mercosur (del 10%), según una resolución de la Cámara de Comercio Exterior brasileña (Camex).