Un relevamiento realizado por el INTA arrojó que casi el 25% del área sembrable argentina se trabaja con maquinaria equipada con sistema de dosificación variable. Esta tecnología permite a los productores ahorrar insumos y potenciar rendimientos mediante el manejo de las unidades agrícolas en forma sitio-específica.
La dosificación variable (o VRT, por su sigla en inglés) es una tecnología de la agricultura de precisión que permite dividir una unidad agrícola de acuerdo a las necesidades de insumos, de esta forma cada zona puede tener un manejo específico y recibir las enmiendas con la dosis conveniente para cada una de las áreas. El principal beneficio es el ahorro de insumos y el incremento de rendimiento de los cultivos.
El sistema de dosis variable comenzó a utilizarse en Argentina a fines de los noventa. Desde ese momento el INTA, a través del Proyecto Agricultura de Precisión con sede en Manfredi, localidad argentina ubicada en el departamento Río Segundo, Córdoba, inició los primeros ensayos para confrontar el comportamiento de un cultivo manejado con dosis variable, frente a otros con aplicación de dosis fija de insumos. Los beneficios no tardaron en difundirse y al poco tiempo la tecnología empezó a ganar adeptos.
Hasta el año 2003 el mercado se mostró estable y la adopción crecía lentamente, mientras que a partir del 2007 los equipos de dosis variable tuvieron una marcada expansión, llegando a la actualidad con un mercado de 3.500 equipos de aplicación variable de insumos en tiempo real.
Según el Ing. Agr. Fernando Scaramuzza, de INTA Manfredi, “la evolución es un reflejo de los beneficios de la tecnología -especialmente por el ahorro de insumos- y la capacitación que recibieron los productores por parte del INTA y de las empresas privadas de agricultura de precisión”.
Los constantes desarrollos de la industria nacional de agrocomponentes y maquinaria específica también impulsaron la gran expansión que vivió el país en los últimos 10 años.
El especialista en Agricultura de Precisión, Ing. Agr. Mario Bragachini, sostiene que “uno de los factores más importantes del crecimiento de la adopción de esta tecnología está en que las máquinas de dosis variable son cada día más confiables, amigables y se venden a un precio muy similar a las tradicionales de dosis fija”. Según el técnico, “la inteligencia electrónica y de software ya no es un insumo costoso”.
Bragachini aclara además que “quien compra una máquina moderna con sistema de VRT, no sufrirá depreciación tecnológica”. Y agrega el especialista: “En el año 2018 todas las máquinas sembradoras y fertilizadoras que se vendan van a contar con dosificación variable”.
Una de cada 4 hectáreas se trabaja con dosificación variable en Argentina
Según un relevamiento realizado en el país por técnicos del INTA, en la actualidad casi el 25% del área sembrable recibe tratamientos de aplicación variable de insumos. “Si bien no son datos fijos, el relevamiento es confiable y permitió trazar con gran acierto la situación de la producción agrícola con manejo de insumos según ambiente,” explicó Scaramuzza.
Incremento de ventas de equipos de dosis variable en Argentina (2005 - 2012).
* La línea azul representa el incremento de ventas de equipos de dosificación variable de sólidos (para sembradoras y fertilizadoras), y la línea roja muestra el crecimiento de ventas de dosificadores variables para fertilizantes líquidos.
El Ing. Agr. Andrés Méndez, coordinador del proyecto Agricultura de Precisión, expresó: “Existen diferentes herramientas y métodos para determinar si existe variabilidad espacial en los lotes de producción, el problema está en que muchas veces no se sabe interpretar agronómicamente los datos y luego actuar ante esa variabilidad que aparece”.
Con el relevamiento realizado se pudo detectar que el productor cuenta con mucha información recabada de la situación de sus campos que entregan las herramientas -como el monitor de rendimiento-, sin embargo muchas veces esa información no se procesa y en el mejor de los casos queda almacenada en forma digital.
El Ing. Méndez sostiene que “la capacitación que ofrece el INTA y algunas empresas de agricultura de precisión permiten aprender a manejar esa información que el productor tiene disponible y aprovecharla para trabajar con mayor eficiencia y precisión, logrando de esta manera los mayores beneficios de su unidad agropecuaria”.
Si bien la agricultura de precisión permite lograr mayores beneficios económicos por el aumento de rendimiento y por la reducción del uso de insumos, la rentabilidad de la VRT cambia en relación con el cultivo y los insumos, sus precios, la diferencia de costo de la tecnología de dosis fija (URT) con respecto a la VRT, la distribución espacial de las subunidades en el terreno (zonas de manejo), y las magnitudes de las diferencias de rendimiento entre ambientes.
El potencial de aumento de rentabilidad gracias a la aplicación variable de insumos depende, en primer lugar, de la identificación de áreas en el lote en el que los aportes adicionales de insumos aumentarán los ingresos en una escala mayor que los costos del aporte; y en segundo término, de la identificación de áreas que permitan disminuir los costos por ahorro de insumos en una escala mayor que la reducción potencial de ingresos por un menor rendimiento de grano.
La AP del futuro: lo que se viene en dosis variable
A nivel global se está generando una herramienta que mediante un feed back de información almacenada en una plataforma web y con la ayuda de los semilleros, se podrá establecer una recomendación sitio específica sobre lo que se debería variar en un lote. Ya existen experiencias de recomendaciones de manejo para mejorar los rendimientos de cultivos, como el sistema FieldScripts desarrollado en EEUU.
El Ing. Agr. Fernando Scaramuzza sostiene que “en Argentina sería ideal que se desarrolle esta herramienta para ofrecerle al productor un apoyo técnico que le permita maximizar los rendimientos de cada ambiente, pensando en un beneficio agronómico y económico”.
“De esta manera estaríamos dando uso a la información obtenida de los diferentes lotes para lograr un excelente diagnóstico de lo que sucede en cada explotación agrícola, la toma de decisiones sería más acertada y se podrían lograr los objetivos de una agricultura más precisa y eficiente en cuanto al uso de los insumos”, sostuvo Scaramuzza.
Según los especialistas lo ideal sería trabajar en un equipo interdisciplinario, sin depender de una sola empresa prestadora para que los laboratorios de semillas puedan acceder a este feed back de información y sean capaces de recomendar el material, la densidad y la fertilización adecuadas a cada ambiente en particular, entre otros factores. De acuerdo con Scaramuzza, “los productores deberían acceder a esta información y cargar las recomendaciones en su equipamiento para llevarla a cabo en sus campos, sin la necesidad de tener una determinada marca de herramientas”.