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Los cambios en el Gabinete y las recientes medidas económicas empezaron a dilucidar algunas de las dudas que había sobre el futuro de la economía, por lo que las consultoras están afinando sus pronósticos de cara a 2014. Más devaluación que lleva el dólar oficial a entre $ 8 y 8,50 en diciembre del año que viene, pero que no consigue doblegar la brecha con el blue por debajo del 40%, es el consenso entre una docena de economistas de distintas vertientes consultados por PERFIL. El panorama habla de un bajo o nulo crecimiento, con inflación alta y estable y reservas cayendo menos que este año, con una gran pregunta: ¿podrá el Gobierno convencer a los gremios de moderar
alzas salariales mientras devalúa al 30%?
La llegada de Jorge Capitanich y Axel Kicillof a la conducción económica aceleró la devaluación, por lo que se descuenta el horizonte de un alza del dólar del 30%, ubicando el oficial entre $ 8 y 8,50. Algunos plantean que no alcanza para ordenar la economía. Este salto solo puede “frenar un poco la pérdida de competitividad”, apunta Camilo Tiscornia, de CyT Asesores. Tomás Raffo, economista de la CTA, opina que la estrategia de mayor devaluación del Gobierno es equivocada, ya que “ésta trae una mayor inflación y un agravamiento de la situación social”. Con relación al blue, contrario a los objetivos que hoy se plantea el Gobierno –achicar la brecha–, las consultoras que entre sus estimaciones calculan el paralelo opinan que éste llegaría a $ 12, una brecha igual o a lo sumo algo menor que los niveles actuales para 2014. “Debería haber una devaluación mensual del 5% y ahora estamos al 3% para que se achique la brecha cambiaria. El ritmo devaluatorio está quedando chico para reducir la brecha”, dijo Fausto Spotorno de Ferreres y Asociados.
Las reservas del Banco Central, que actualmente están en picada, podrían caer a menor ritmo hacia fines de 2014. Los economistas la ubican entre los US$ 20 mil y 26 mil millones, con pérdidas de hasta 10 mil millones. La mayoría de los consultados no ve que las medidas en torno al turismo y a compras con tarjeta en el exterior sean significativas para frenar el drenaje, y que además “en lo inmediato, el impacto quizás sea menor porque la temporada turística ya está ‘vendida’”, según Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, quien señala que “como medida general es netamente defensiva y se inscribe dentro del camino de contención de
la crisis, sin encarar cambios de fondo”.
Para Lorenzo Sigaut, de Ecolatina, las medidas recientes sobre turismo, compra con tarjetas, sumadas a los cambios en el gabinete, el arreglo con Repsol, etcétera, tendrán algún impacto y “pueden alcanzar para que el Gobierno atraviese 2014, aunque sin mucha claridad hacia 2015”. Con reservas menores y un superávit comercial más chico que los economistas, en general, ubican desde los 5 a los 9 mil para el año que viene, se plantea el dilema para el Gobierno de tener que recurrir a otras fuentes de financiamiento. Algunos creen que tomará nueva deuda y otros que no. El arreglo con Repsol, el Ciadi y luego los holdouts y el Club de París, van en el primer sentido. “Si esos frentes se cierran, hoy la Argentina tiene posibilidad de tomar deuda con organismos multilaterales, Banco Mundial, BID, o a través de acuerdos bilaterales con países, como China pero también otros, con tasas de un dígito”, dice Agustín D’Atellis, de La Gran Makro. Y agrega que tiene conocimiento de que “se está negociando la colocación de un bono para inversión de obras de alrededor de 5 mil millones de dólares”. Para Pablo Goldin, de MyS Consultores, “puede llegar a conseguir algunos fondos más de organismos internacionales y de algunos países, no por montos relevantes. A lo sumo, podría servir para que no se pague con reservas del BCRA el 100%
de los vencimientos de deuda pública”.
La franja de crecimiento que ven las consultoras hacia el año que viene va desde el estancamiento hasta el cálculo más optimista hecho por D’Atellis, que llega al 3%, aunque también muy lejos del estipulado en el Presupuesto 2014 (6,2%). “No habrá muchos factores que impulsen el crecimiento. El volumen de la cosecha se mantendrá en 97 millones, la demanda de autos de Brasil es menor y para 2014 no existirá el arrastre estadístico de otros años, lo que tirará para abajo el PBI”, señaló Tiscornia. “El panorama interno es peor y en el externo EE.UU. empieza a subir la tasa de interés”, sumó Ramiro Castiñeira de
Econométrica.
La inflación seguirá siendo materia pendiente. Todos manejan un rango de alza de precios de entre 27 y 35% hacia fines de 2014, con excepción de D’Atellis de La Gran Makro, que dice que podría estar en 15%, aunque con acuerdo de precios y salarios