En la apertura de la semana comercial, el mercado local de soja volvió a mostrar el mismo clima de apatía que viene caracterizando las ruedas en los últimos meses, donde las ofertas abiertas de fábricas y de exportadores son meras pantallas delante de una amplia gama de propuestas -sólo reveladas entre compradores y vendedores- que tienen en cuenta el volumen y los plazos de pago acordados, caso por caso.
Ayer, la oferta abierta de las fábricas fue de 2040 pesos por tonelada de soja con entrega inmediata sobre las terminales de General Lagos, Timbúes, San Martín y de San Lorenzo, sin cambios respecto del viernes pasado. No obstante, la idea en la plaza fue que las escasas operaciones se hicieron en torno de los $ 2100.
En el caso de la soja 2013/2014, una fábrica propuso 300 dólares por tonelada con entrega en abril, mientras que el resto de los compradores ubicó sus ofertas entre 293 y 295 dólares para la mercadería con descarga en mayo, como el viernes pasado.
Así, sin variantes relevantes y con valores "planchados" en el recinto de negocios de la Bolsa de Comercio de Rosario, que cada vez queda más desierto por la multiplicación de los negocios directos entre productores (grandes) y exportadores, la función del mercado como ámbito de negocios formador de precios se torna cada día más difusa, restándole transparencia a la comercialización y dejando expuestos a los pequeños y medianos productores que, por falta de volumen, no acceden al circuito informal de ventas directas. Ellos son los principales perjudicados por la dinámica actual de la plaza granaria, dado que sin una afluencia importante de operadores a la rueda del mercado físico y sin "espaldas" para diferir indefinidamente sus ventas deben aceptar las ofertas abiertas que, como queda en evidencia día tras día, se ubican siempre por debajo de los niveles de precios alcanzados en los acuerdos por fuera de la Bolsa.
Según la opinión de analistas del sector, son los distintos actores de la cadena de comercialización (productores, acopiadores, corredores, exportadores, fábricas y Bolsas) los responsables de preservar la "sanidad" en la formación de los precios de la soja, "de modo que el beneficio de unos pocos no atente contra el bien común del resto".
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), la posición enero de la soja perdió US$ 0,90 y terminó la rueda con un ajuste de 347,60 dólares por tonelada, mientras que el contrato mayo subió US$ 0,50 t cerró con un valor de 298,80 dólares.
Tras las subas de las tres ruedas precedentes, las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron ayer mayoría de bajas para la soja, aunque en todos los casos se trató de pérdidas ligeras. Sólo la posición enero se mantuvo estable, en US$ 488,42. Los contratos marzo y mayo (inicio de la cosecha en Sudamérica) bajaron US$ 1,01 y 1,19, en tanto que sus ajustes resultaron de 482,08 y de 475,01 dólares.
Las lluvias registradas en amplias zonas agrícolas de la Argentina desde el domingo fueron parte de los fundamentos bajistas de la rueda. De igual modo aportó a la tónica negativa la cancelación de compras chinas por 300.000 toneladas de soja estadounidense. No obstante, el efecto de éste último dato fue amortiguado por el anuncio de nuevas ventas a destinos no especificados por 360.000 t.
Maíz y trigo
En el mercado local de maíz, los exportadores ofrecieron ayer US$ 160 por cereal disponible sobre Necochea, US$ 5 menos que el viernes. La misma caída se evidenció en la propuesta por el cereal con entrega en marzo sobre Timbúes y San Martín, que fue de US$ 150 por tonelada.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos ofrecieron entre 1000 y 1270 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición y procedencia.
En el Matba, la posición diciembre del maíz perdió US$ 0,50 y concluyó la rueda con un valor de 180 dólares por tonelada, en tanto que el contrato abril se mantuvo estable, con un ajuste de 160,50 dólares.
Las posiciones diciembre y marzo del maíz en Chicago perdieron ayer US$ 2,46 y 2,55, mientras que sus ajustes resultaron de 164,76 y de 167,22 dólares por tonelada. El fluido ingreso de mercadería en el circuito comercial, en el cierre de una cosecha que dejará más de 355 millones de toneladas de maíz en los Estados Unidos, fue el principal fundamento bajista para las cotizaciones.
Acerca del trigo con entrega en diciembre, los exportadores ofrecieron US$ 220 por tonelada en Bahía Blanca, US$ 5 menos que el viernes pasado, y US$ 210 en Necochea, sin cambios. En la zona de Rosario, el cereal se cotizó a US$ 220 en Arroyo Seco, con un alza de US$ 3; a US$ 217 en General Lagos y en Timbúes, sin cambios, y a US$ 215 en San Martín, con una quita de US$ 2.
Según la BCBA, los molinos no mostraron interés por mercadería disponible (a mediados de octubre pagaron hasta $ 4400) y sólo ofertaron US$ 235 por trigo para diciembre.