Un esquema de fertilización balanceado en fósforo, azufre y calcio proporcionará un buen establecimiento y posterior desarrollo del cultivo.
Para esta campaña de soja, la disponibilidad de agua y el aporte de nutrientes tendrán un rol protagónico en la búsqueda de alcanzar altos rendimientos y una mejor rentabilidad.
Según plantea Ing. Emanuel De San Vicente, Responsable técnico de Yara en Santa Fe-Córdoba, el primer paso previo a la siembra es realizar un análisis de suelo para poder establecer qué nutrientes están disponibles, en qué cantidades, y en qué medida se compensarán las necesidades a través de la fertilización, de manera que éstos no limiten el rendimiento del cultivo. En este sentido, investigaciones recientes del INTA indican que los niveles de fertilización actuales no están compensando las cantidades exportadas por el cultivo, y de esta forma los rendimientos se ven deteriorados campaña tras campaña.
En relación a los nutrientes a aportar durante el ciclo de la soja, los principales son fósforo y azufre. En la mayoría de los análisis foliares realizados en la campaña pasada se detectaron deficiencias de azufre en las hojas. El azufre es un nutriente que se lava muy rápido con la lluvia, por eso el aporte inicial del mismo debe ser de calidad. Éste nutriente forma parte de proteínas importantes para el desarrollo de la planta. Por lo tanto es clave considerar la incorporación de azufre, que puede ser aplicado a la siembra conjuntamente con el fósforo.
Según explica el especialista: “el fósforo es un elemento costoso, y de importancia vital para el cultivo. Por eso la importancia del análisis de suelo, no aplicar fósforo por aplicar y no sub aplicar. El fertilizante forma parte del alrededor del 50% de los costos directos de producción por eso, si se busca un buen resultado, se debe privilegiar los productos de mayor eficiencia y calidad. Para el cultivo de soja recomendamos aplicar Sausor a la siembra: este producto es una mezcla química que contiene el balance justo de fósforo, calcio y azufre (éste último rápidamente disponible para el cultivo). Por ser una mezcla química, todos los nutrientes se encuentran presentes en cada gránulo y por lo tanto el cultivo recibe la misma proporción, generando así un cultivo parejo desde el inicio. Sausor es de muy fácil manipuleo debido a su calidad física y tiene una alta concentración de fósforo lo que impacta sobre el costo del flete, uno de los principales gastos de la industria agropecuaria sobre todo a medida que los campos se alejan de los puertos de embarque”.
Micronutrientes
Luego de la etapa inicial, y en función de la evolución del cultivo, se recomienda realizar análisis foliares para detectar posibles deficiencias. En caso de tener que complementar nutrientes, Yara posee la línea YaraVita de micronutrientes y foliares, que permiten realizar correcciones de deficiencias y ayudar al cultivo en situaciones de stress.
“Uno de los productos recomendados y desarrollado específicamente para el cultivo de soja es YaraVita Glytrac. Este fertilizante foliar se aplica desde R1 a R3, es concentrado en calcio, boro, zinc y nitrógeno, y posee coadyuvantes para maximizar su absorción. Genera una acción positiva sobre la fijación de vainas , resultando en 1 a 1.5 vainas más por planta, valores que se han obtenido a partir de numerosos ensayos con AACREA en las diferentes zonas productivas del país. El aporte que hace la fertilización foliar con un producto con contundentes resultados como YaraVita Glytrac es una herramienta fundamental para impulsar la rentabilidad del cultivo”, afirma De San Vicente.