La firmeza de las palabras del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al cuestionar que hubiera en Argentina el grado de inflación que muchas consultoras privadas denuncian, y sobre el hecho de que la  carne no subía hacer tres años,  han dejado efecto de eco en todo el recinto del mercado concentrador ganadero de Liniers durante estos días del mes de noviembre, al constatar los vendedores que el valor de la hacienda en pie, tanto la invernada como los animales con destino a faena, se disparó cerca del 10%, hecho que también llevó a traslados de subas en varias carnicerías de la Capital Federal.

Los aumentos fueron de casi 1 peso por kilogramo en casi todas las categorías que se comercializan en Liniers, y si se compara con un mes atrás, las variaciones fueron de hasta 14%. Y si se toman los últimos 90 días, la categoría vacas acumuló el máximo incremento, con 33%. Por poner un ejemplo, el kilo vivo de novillo aumentó de 9,96 a 10,86 pesos.

Agrositio dialogó con cinco referentes de distintos eslabones que componen la cadena cárnica en Argentina, para conocer sus opiniones respecto de la situación que atraviesa hoy el sector, y de qué manera es percibida esta suba en los valores de la hacienda.

Por un lado, el argumento más fuerte que explica este fenómeno es la falta de cabezas de ganado que trae en consecuencia una disminución del stock vacuno a nivel nacional.

Los consultores ganaderos opinan en su mayoría que era de esperarse esta ola de aumentos, pero recién para el primer trimestre del 2014, aunque admiten que se trata más bien de una actualización de precios y no de una suba, ya que sostienen que la carne ha subido subió a menor ritmo que otros precios de la economía, y que el productor o criador es el eslabón más afectado, ya que desde 2010 el valor del novillo se elevó apenas 20%. Por ende, la carne sigue siendo un alimento de consumo barato en comparación a otros productos de la canasta básica de los argentinos.

En efecto, la crecida del consumo interno ha sido uno de los elementos claves para explicar los bajos precios de la carne. Según los datos oficiales disponibles, entre enero y setiembre el consumo per cápita anualizado se ubicó en 63,5 kilos, cuando en igual periodo de 2012 había sido de 59 kilos en promedio. Es decir que actualmente cada argentino come casi 5 kilos más de carne que hace un año. Y esto sin contar que el consumo de pollos también fue récord, con cerca de 44 kilos por habitante.

A su vez, las exportaciones de carne están en sus niveles más bajos de toda la historia, ya que por cada 100 kilos que se producen, sólo salen 6,5 kilos. Y volviendo a la teoría de liquidación vacuna, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), se estima que a finales de 2013 se habrá faenado casi un millón más de cabezas que en 2012. Las cuentas no cierran, ya que la corrección de los precios parece mostrar que el stock de bovinos no alcanza para mantener ese techo productivo, más allá de que aparezcan elementos más positivos, tales como la devaluación del dólar oficial, la posible rebaja de las retenciones y la mejora en los precios del cuero.

El productor ganadero de cría, Marcelo Gianoli, de la zona de Ayacucho, Buenos Aires, fue consultado y expresó que “esto ya no es expectación positiva de precios, sino consumación de lo anunciado hace meses atrás”.

Asimismo, Gianoli dijo que “está todo muy firme pero muy confuso al mismo tiempo, por dudas sobre lo que se avecina y que es el resultado de la vacunación que confirmará el stock ganadero actual”.

Acotó precios en la cuenca del Salado, y además de graficar que los terneros sintieron el impacto de la sequía al pie de la madre, el precio promedio del ternero (macho) estaba en los $15,90 Kg. sobre más de 1500 terneros. Y el precio de la vaca gorda es “una incógnita a develar”; al tiempo que manifestó que en los próximos días ante el cierre de puertos de destino, exportación y motivos climáticos, habrá que ver si el mercado interno es capaz de sostener el precio actual para esa categoría.

El consultor ganadero, Fernando Canosa, dijo que “en los últimos años el precio al productor no cambió, pero que sí implicó un cambio para el consumidor, y con ese 10% de aumento de valor de hacienda en pie, se puede paliar al menos, en parte, esta terrible inflación que estamos viviendo. Se habla mucho de que se han perdido industrias, lo cual es totalmente cierto, pero no hay que olvidar que el 10% de productores se han perdido desde el 2006 hasta este año, en donde además se perdieron 10 millones de cabezas”.

Esa cifra del 10% de los ganaderos que han salido del mercado entre 2008 y 2009es una cifra equivalente a unos 30.000 productores. Canosa también explicó que aumentó la faena de hembras jóvenes y que el ciclo de retención fuerte que se dio de 2010 al 2012 se frenó, y que habrá que revisar los números y dar señales más claras desde el Gobierno para que el productor ganadero vuelva a invertir.

El Ing. Agr. Sebastian Riffel, asesor especialista en ganadería, también fue consultado por Agrositio y afirmó que “la hacienda tuvo una recuperación de precios a partir de fines de 2009, y esos precios se mantuvieron durante un año o dos. La faena de hembra muestra una liquidación del 48% de la faena total, por eso no era rentable tenerlas como madres, por los precios”.

Silvio Etchehún, secretario General del Sindicato de la Industria de la Carne para el Gran Buenos Aires y zona Sur (SICGBA), afirmó que “de más de 300 plantas frigoríficas que teníamos, tenemos 150, y de ese total, unas 48 son las que funcionan bien”.

Asimismo, dijo que “tras 14 a 16 meses después de que el precio de la hacienda se congelara en $8 promedio, era lógico que la carne tuviese una leve recuperación del 10%, no tanto como ha sufrido el país el tema inflacionario, pero al menos esta recuperación ayuda a poder tener más previsibilidad e incentivo en la producción que no se sigan liquidando vientres”.

Por otro lado, Etchehún agregó que tanto la hacienda en pie como la carne en gancho final para el consumo minoritario, en los último años n o ha acompañado a los grado sde inflación que vimos desde 2010 a esta fecha, es decir que es el alimento que menos ha aumentado de la canasta básica de los argentinos.

Respecto de los precios, Etchehún manifestó que “estamos hablando de que un kilo de carne picada vale $25 y una plancha de ravioles para una persona está en ese mismo precio. Un kilo de pulpa está cerca de $40 mientras una pizza sale $65. Esto nos demuestra que la carne sigue siendo el alimento más barato y que la gente sigue consumiéndola porque parece ser el alimento que más rinde”.

Al mismo tiempo, habló de la gran brecha de lo que facturan los supermercados grandes respecto de otros comerciantes minoritarios: “los hipermercados están sobrefacturando casi un 30% del valor de rentabilidad que tiene cualquier corte que integra la media res. Te cobran un kilo de lomo unos $82 y en una carnicería minoritaria te cobran ese mismo kilo de lomo unos $63”

El Ing. Agrónomo y martillero público, Juan Pedro Colombo, de  la Consignataria Colombo y Magliano afirmó que “lo primero que aumentó fue la hacienda en pie, hecho que no sucedía hace más de dos años. El análisis merece ver el tema de la exportación, que en estos últimos años, con los ROE y con el tipo de cambio, ha quedado muy relegado, y hemos destinado casi toda la producción de carne argentina al consumo interno, lo que hace que los precios se manejen de otra manera, y la razón por la que el consumo haya aumentado tanto.”

A la hora de analizar el modo en que los aumentos de la hacienda en pie en Liniers, se trasladaban al mostrador de las carnicerías, el Vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, afirmó que “aún no tenemos los precios por este aumento pero estaremos atento a cualquier cambio para pedir un reacomodo”.

Entrevistas realizadas al Ing. Agr. Sebastián Luis Riffel, asesor en empresas ganaderas, el secretario General del Sindicato de la Industria de la Carne Gran Bs. As. Y zona sur (SICGBA), Silvio Etchehún, el Ing. Agr. y martillero de la consignataria Colombo y Magliano, Juan Padro Colombo, el Vice Pte. de la Asoc. Propietarios de carnicerías de Capital Federal, Alberto Williams y el consultor ganadero, Fernando Canosa: