La necesidad de compensar la salida de dólares hizo que el Banco Central (BCRA) pusiera ayer por escrito lo que desde hace semanas viene pidiéndoles a las cerealeras, probablemente el sector con mayor capacidad de generación de divisas del país.
El Central estableció que, a partir de mañana (ya que hoy no hay bancos por celebrarse el Día del Bancario), las grandes empresas exportadoras sólo podrán financiarse en pesos en el mercado local en una mínima proporción y deberán en cambio financiar sus embarques ingresando préstamos en dólares del extranjero.
Así, la autoridad monetaria lograría que en los próximos dos meses las cerealeras entren unos US$ 2000 millones que, según las estimaciones oficiales, es parte de lo que hoy tienen en créditos en pesos con los bancos locales. La ansiedad que genera el goteo de dólares hizo que el directorio del BCRA se reuniera ayer fuera de agenda -usualmente se encuentra los jueves- para aprobar la norma. Apenas trascendió el encuentro, y hasta que se conoció la norma, proliferaron en la City porteña las versiones sobre inminentes medidas cambiarias.
En rigor, a través de la comunicación "A" 5493, publicada ayer, el BCRA les impuso a los bancos un límite a lo que pueden prestarles en pesos a las grandes empresas exportadoras. Según la norma, el financiamiento a las grandes exportadoras no podrá superar el 0,3 por ciento de la capacidad prestable de las entidades financieras (contra el 15% vigente hasta ahora). El Central definió como grandes exportadores a aquellas empresas que venden al exterior un 75 por ciento o más de su producción y tienen un stock de deuda de 200 millones de pesos.
La norma apunta sobre todo a las grandes cerealeras, a quienes el BCRA ya les había advertido, en un encuentro hace 15 días, que dejaran de financiarse en pesos en la plaza local y buscaran dinero en el extranjero. En el Central estimaban entonces que las empresas tenían en el sistema financiero argentino préstamos por $ 20.000 millones. Ahora esperan que gran de parte de esos pesos, a medida que venzan los préstamos, se reemplacen por líneas en dólares del exterior, lo que ayudaría a compensar la baja de reservas al menos hasta marzo, que es cuando se reactiva el ingreso de dólares por la temporada del agro.
"El Central sabe que sólo suma reservas si los dólares vienen crossborder [del exterior] porque los que están en los bancos ya están contabilizados en las reservas", subrayó un operador, apenas se conoció la norma. Si bien era algo esperado, entre las cerealeras la norma generó mucho ruido. "Hace al riesgo soberano porque les están diciendo a las empresas: vengan inviertan en la Argentina, pero los bancos locales los tienen vedados. Búsquense la plata de afuera", ilustró a LA NACION una fuente del sector.
El costo de financiarse en el exterior, explican, era ayer de Libor -como se conoce la tasa interbancaria de Londres- más 300 puntos básicos. A partir de la norma, y considerando que ya no tienen fuentes alternativas de financiamiento, esperan que se encarezca un poco más. "Las ocho cerealeras más grandes suman deuda por US$ 5000 millones o más. Si la deuda se encarece 250 o 300 puntos básicos, como sucederá si hay que financiarse afuera, el costo de intereses representará unos US$ 150 millones adicionales", estimó la fuente. "Esto no sólo afectará la recaudación de Ganancias, sino que puede representar en algunos casos hasta el 30% de la rentabilidad de una compañía", advirtió. Para las empresas, además, la nueva norma casi elimina la posibilidad de que también traigan líneas del exterior para comprar Baade, el bono que ideó el Gobierno como parte del blanqueo.