El país perdió 800 millones de dólares entre setiembre de 2012 y junio pasado a raíz del cierre de mercado de biocombustibles de la Unión Europea para la producción local.
La Unión Europea anunció que le impuso aranceles antidumping a biodiesel argentino, lo cual fue respondido por el gobierno con el inicio del procedimiento de resolución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Asimismo, la UE negó que los aranceles a la Argentina constituyan una "represalia" contra la Argentina, sino una decisión que "se enmarca dentro de los procedimientos de defensa comercial previstos y admitidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC)", y también "dentro del estricto cumplimiento de sus reglas y de las de la UE". Los tributos subirán a un rango de 22% a un 26% a partir de noviembre, y ello provocará pérdidas de hasta US$ 1.000 millones para los productores locales.
El trabajo de FISFE señaló que "en la actualidad al menos once unidades económicas asentadas en forma mayoritaria en los Departamentos San Lorenzo y Rosario poseen un potencial de producción de biocombustibles superior a 4 millones de toneladas por año".
"Una clara manifestación de lo anterior es la trayectoria que presentó la exportación de biodiesel -generada prácticamente en su totalidad en Santa Fe- al crecer de 168 mil toneladas en el año 2007 a 1,7 millones de toneladas en 2011", explicó el estudio.
El texto añadió que "las exportaciones de biodiesel impulsaron los niveles de producción incluso hasta el primer semestre de 2012 cuando promediaron las 150 mil toneladas mensuales". "El fortalecimiento del sector resulta clave en materia de utilización de energías renovables", consideró el trabajo de FISFE.
El estudio señaló que "entre setiembre de 2012 y junio de 2013 se estima una pérdida divisas de 800 millones de dólares". "Las empresas del sector operaron con altos niveles de capacidad ociosa. Se espera y augura una recuperación de las exportaciones de biodiesel a partir de una mayor diversificación de los mercados internacionales y de otras medidas", consideró la entidad, según informó la agencia DyN
¿Cómo puede Argentina ahorrar los dólares que malgasta?
Con el cierre del mercado europeo al biodiésel argentino, se podría utilizar este combustible para reducir las importaciones de gasoil. "Se puede llevar del 8 al 20 por ciento el corte en las usinas térmicas, el agro y el transporte", dice Claudio Molina, director de la Asociación de Biocombustibles e Hidrógeno (ABH). Con equiparar las condiciones tributarias del gasoil importado, que está liberado de una carga impositiva del 41% que sí afecta al biodiésel, el país se ahorraría gran parte de los dólares que hoy malgasta. En promedio, en el último año, según cálculos de la ABH, el precio del biodiésel (sin impuestos) es de 106 dólares por tonelada más bajo que el gasoil importado. Lo curioso es que la brecha se agranda: el biodiésel hace un año era apenas 4% más bajo, mientras que en septiembre pasado la diferencia fue de 29,2 por ciento.
Fuerte caída en las ventas por las medidas proteccionistas en Europa
Para la Argentina, en los últimos cuatro años, se retrajo un 64% el volumen de las exportaciones de productos primarios con destino al Viejo Continente y del 34% en las manufacturas de origen agropecuario.
En base a un informe elaborado por la Cancillería, a raíz de las barreras arancelarias a las importaciones que aplica la UE y los subsidios que destina al agro, la Argentina en estos cuatro años registró un perjuicio estimado en alrededor de u$s 2.500 millones para sus exportaciones primarias y de u$s 12.500 millones en lo que atañe a la producción.
El documento elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores hace foco en las principales "normas y medidas comerciales que la Unión Europea utiliza para abusar de su posición dominante en el comercio internacional", en momentos en que el Mercosur debate retomar las conversaciones en torno a un acuerdo de libre comercio con el Viejo Continente.
El documento titulado "Impacto del proteccionismo europeo sobre la economía argentina" detalla cómo la UE aplica barreras al comercio desde larga data a través de subsidios, escalonamientos, cuotas y picos arancelarios, además de nuevas trabas como barreras sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas o de presunta defensa del medio ambiente, del consumidor o del bienestar animal.
El despliegue de diferentes barreras al comercio -sostiene el informe- se intensificó a partir del estallido de la crisis de 2008, y desde entonces hasta 2012 el descenso de las importaciones (-7%) superó la caída de las exportaciones (-0,8%), lo que le permitió al bloque obtener por primera vez desde 2004 un superávit del 0,1% de su PBI y del 0,5% en el primer semestre de 2013.
Para cuantificar el daño que provocan las distintas medidas proteccionistas implementadas por la UE sobre la economía argentina, la Cancillería realizó una estimación a partir de un modelo econométrico, considerando los hipotéticos efectos que tendría en el corto plazo la eliminación de sólo dos trabas: los aranceles y los subsidios a la producción y la exportación.
A su vez, las políticas proteccionistas que mantiene la UE le hacen perder a la economía local unos 200 mil puestos de trabajo, alrededor del 10% del empleo privado registrado en el sector productor de bienes en 2012.