En la mayoría de los casos, el proceso de aplicación de un agroquímico para el control de malezas, plagas y enfermedades comienza con la recomendación técnica y culmina con la aplicación del producto recomendado ya sea en forma aérea o terrestre. En estos tratamientos, muchas veces se puede observar que los controles fueron parciales y no del todo satisfactorios, culpándose en primera medida a la contundencia de acción del producto, corrigiendo en general con un aumento de dosis del producto utilizado.
Pero en realidad, muchas veces el problema no está en el producto, sino en la forma en que se realizó la aplicación. Es muy común que la maquina sea regulada al inicio de la jornada laboral y que la misma no sea modificada en función del cambio de condiciones ambientales, la que tampoco es medida en su correcta dimensión.
El especialista en pulverizaciones de la estación experimental Pergamino del INTA, dictó al respecto una jornada de capacitación organizada por Lares SRL en su campo experimental de dicha localidad. Lares es una reconocida compañía de asesoramiento agronómico, en la cual el monitoreo y seguimiento de plagas es uno de sus principales servicios. El especialista hizo hincapié en tener en cuenta todas las variables que afectan a la correcta aplicación de agroquímicos.
En primera medida se deben medir las condiciones ambientales reinantes y sus cambios a lo largo de la jornada. Se debe tener en cuenta:
- Humedad Relativa Ambiente
- Temperatura Ambiente
- Velocidad del Viento
- Nubosidad.
El Ing. Leiva explico que las mejores condiciones ambientales en cuanto a la velocidad del viento, van entre los 7 a los 15 km por hora. Vientos menores y altas temperaturas son indicativos de una inversión térmica, donde las aplicaciones de insecticidas y de herbicidas corren serio riesgo de ser altamente ineficaces.
Los puntos más importantes que el profesional marcó como fundamentales para tener en cuenta en una correcta aplicación son los siguientes:
- Condiciones ambientales presentes al momento de la aplicación.
- Tipo de plaga, maleza o enfermedad a ser controlada. No es lo mismo controlar insectos cuya acción se encuentra a nivel del suelo que en los follajes. Lo mismo ocurre con enfermedades. También cambian los tipos de control de malezas, en función sea en barbecho, post emergencia o zonas peri urbanas.
- Zona donde se aplica, ya que el manejo de áreas periurbanas debe privilegiar la ausencia total de derivas más allá del tipo de problema a controlar.
- Certificación del equipo de pulverización. La misma contempla el control de volúmenes, presiones, velocidad de circulación y control del equipo en general. Esto garantiza que todo el sistema de pulverización funcione en forma correcta, mejorando calidad de aplicación y evitando contaminaciones y derivas.
El Ing. Leiva resumió el tipo de pastillas a utilizar, junto con los volúmenes y presiones de trabajo en función del tipo de agroquímico y problema a controlar. Por su parte también realizó comentarios sobre la forma correcta de realizar las mezclas de agroquímicos, el orden en que deben ser cargados en el equipo, como realizar las pruebas de compatibilidad de los mismos y el tipo de producto, en cuanto al color de la banda a la que pertenecen para zonas periurbanas.
Finalmente hizo mucho hincapié en el sistema de retorno y agitación como forma de mantener la homogeneidad de la mezcla y que de esa forma no se provoquen precipitados que generen caídas de presión, taponamientos, etc.