Con el objetivo de llegar a ser un país líder en producción, el Ministerio de Agricultura creó el Programa Argentino de Prueba de Reproductores Bovinos de Leche (Proar). Publicado en el Boletín oficial bajo la Resolución Nº948/2013, la iniciativa cuenta con una asignación inicial de nada más y nada menos que $19.639.600, imputable a los créditos del Programa Nacional de Lechería, ejecutable durante 72 meses.

A través de este programa, se buscará detectar reproductores genéticamente superiores y probados en el régimen de Control Lechero, orientando la selección hacia los objetivos de la Argentina y proveer al sector lechero de los requisitos necesarios para competir en los mercados nacionales e internacionales.

También apuesta a impulsar la genética nacional con agregado de valor, generar puestos de trabajo (genetistas, técnicos, calificadores, etcétera), propender a la apertura de mercados de exportación, posicionar a la genética argentina en el contexto mundial de oferentes contemporáneos de este material en cualquiera de sus formas: semen, embriones y animales en pie.

Asimismo tiene por objetivo obtener desarrollos técnicos complementarios para mejorar la base de datos con la que cuenta la Asociación de Criadores de Holando Argentina (ACHA) y desarrollar nuevos rasgos para la Prueba de Progenie. Además, a través del Proar se busca consolidar el liderazgo de la Argentina a nivel regional al ser un programa único en el hemisferio sur.

La Secretaría de Agricultura es la autoridad de aplicación y como tal es la que deberá determinar entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de cada año cuál será el presupuesto con el que contará el Programa.

En los considerandos, la normativa destaca que en nuestro país se realizan evaluaciones genéticas de bovinos lecheros de raza Holando - Argentino, desde mediados de la década de 1980, gracias al aprovechamiento de una muy importante base de datos con la que cuenta ACHA, que es generada por la información de reproducción y producción recolectada por la misma, mediante el régimen de Control Lechero.

Dichas evaluaciones a la totalidad de reproductores, tanto nacionales como importados, que han sido utilizados en la población de vacas que están bajo el régimen de "Control Lechero", asignándose un valor genético a cada uno de ellos de acuerdo al comportamiento de sus hijas en lactancia; haciéndose también una valoración de las hembras de acuerdo a su comportamiento, comparado al de otros ejemplares del rodeo, y sus antecedentes genealógicos.

Advierte que además del esfuerzo en recursos humanos y económicos que implica la edición de estas evaluaciones, se encuentran dificultades de orden técnico y económico para que los productores y la industria de inseminación artificial de la Argentina cuenten con pruebas de reproductores del nivel de los países más avanzados en esta materia, desaprovechando un enorme potencial con el que se contaría si se dispusiera de los elementos necesarios para poder desarrollarlas correctamente y permitir de esta forma acelerar el ritmo del mejoramiento genético.

Ello -agrega- redundaría en una mayor productividad de los rodeos lecheros en la Argentina y a la vez en la expansión de los mercados de exportación de semen, embriones y animales en pie, generando un ingreso importante de divisas para el país en general y el lechero en particular.

Destaca que la Argentina posee uno de los rodeos Holando - Argentino(Holstein) más grande del mundo, mientras que la genética nacional no es competitiva a nivel mundial.

De acuerdo a las experiencias realizadas en los países desarrollados, la implementación de un Programa de prueba de reproductores bovinos de leche permitiría alcanzar en un lapso mínimo necesario de seis años, un nivel de desarrollo técnico que posicionaría al país en el nivel de los países líderes en producción de genética lechera en el mundo.