Carlos Coito es uno de los últimos productores de semillas de alfalfa con abejas megachiles que se pueden encontrar en el país. Con esta técnica traída desde Canadá han logrado estabilizar el rinde entre los 400 y los 600 kilos de alfalfa por hectárea, que es cerca del triple de lo que se produce normalmente con la forma tradicional de producción la zona. Adjuntamos una entrevista que le realizó la Asociación de Productores Rurales de Villarino Sur (APROVIS):

Carlos, ¿Su trabajo es exclusivamente la producción de semillas de alfalfa o tiene algún otro tipo de producciones?

Hacemos únicamente semillas de alfalfa.

 

¿Qué cantidad de hectáreas dispone para la producción?

Aproximadamente unas 400 hectáreas alquiladas, repartidas entre la zona de Pedro Luro y Mayor Buratovich. Estas hectáreas las hicimos básicamente para esquivar algún problema con el clima, sobre todo por la caída de piedra o granizo en el momento de la cosecha.

Estas hectáreas están todas bajo riego.

 

¿Qué cantidad de producción se ha dado en los últimos años y como se encuentra el negocio de la semilla de alfalfa?

Lo que nosotros hacemos es totalmente diferente a la producción tradicional o lo que hacían en Argentina normalmente, que era producir con los polinizadores naturales o con abejas melíferas. Lo que hacemos es todo con abejas megachile rotundata, que es una abeja importada desde Canadá.

Hemos logrado estabilizar el rinde entre los 400 y los 600 kilos por hectárea, que es cerca del triple de lo que se produce normalmente o los requerimientos promedios de los campos que dejan alfalfa para cosechar con la forma tradicional de producción la zona.

En cuanto a cómo está la producción, para nosotros es bastante normal esto, yo puedo hablar de mi caso, pero no de lo que pasa con los productores de la zona los cuales hacen semilla de alfalfa, porque es bastante más cerrado y dependen de otro factores que de la polinización.

Debido a que tienen años de muy buena polinización y producen 100 o 120 kilos, pero también tienen años muy malos que pueden tener entre 60 y 70 kilos por hectárea de alfalfa, eso es dependiendo de los polinizadores naturales que tenga en cada caso.

 

La abeja megachile no es melífera pero es un poderoso polinizador que se aplica muy bien para la alfalfa y que viene aplicándose hace muchos años en esa zona.

Empezó Corfo en la zona, después el INTA lo promocionó durante 40 años más o menos. Ellos empezaron en 1976 con los primeros ensayos. Yo particularmente fui dos veces con el INTA a Estados Unidos, donde vimos productores que usaban megachile.

El problema del megachile es que en Estados Unidos se usa en California, en Nevada o en áreas donde siempre son cultivos bajo riego, pero con un clima totalmente diferente al que tenemos nosotros acá, con mucho más calor y más estable la cantidad de lluvias. Son lugares en los que prácticamente no llueve, a diferencia de Pedro Luro que tiene lluvia en momento de cosecha y con temperaturas un poco más bajas. Por lo tanto, la técnica que usaban en Estados Unidos y de la cual nosotros aprendimos, tuvimos que adaptarla al clima de la zona.

Hace muchos años que se usa, hubo mucha gente que intentó aplicarla, pero hoy por hoy creo que en este momento prácticamente estamos solos con megachile.

A partir del año 2009 la Secretaría de Fauna Silvestre nos prohibió el ingreso de los megachile por considerarlos exóticos y que podían generar algún prejuicio para el medio ambiente. La secretaría se basó en una ley de María Julia Alsogaray, que decía que para permitir la entrada libre al país, todos los exóticos deben sufrir un estudio de impacto ambiental antes de ingresar.

El tema es que estamos ante muchos animales exóticos como la abeja, las vacas, los caballos y hasta de la misma alfalfa que es exótica, que no han sufrido ningún tipo de análisis. Esto a nosotros nos significó un cambio en el negocio, ya que nosotros pensábamos crecer en hectáreas de producción y terminamos quedándonos con esas 300 hectáreas, con grandes posibilidades de cerrar el negocio porque megachile en Argentina no se reproduce.

 

¿Cómo es la técnica en el caso de megachile?

Como dije antes la técnica es totalmente diferente. Cuando la podíamos importar, vienen en un estadío de larva desde Canadá generalmente. Eso tiene que estar en frío, debido a que simula el invierno, entonces manteniendo a la abeja en 7 u 8 grados se logra que permanezca en ese estado hasta 12 meses.

Luego, si se considera que se va a tener flores en diciembre, se deben tomar 30 días antes de incubación, porque la larva pasa de estar en 5 o 6 grados a 30, logrando en 30 días tener un adulto, que es lo que se libera al campo.

Hay que sincronizar flores con incubación, esto es biología pura.

 

Respecto de los cultivos que tienen que tener en los alrededores, ¿Implica algún tipo de polinización cruzada diferente?

El megachile teniendo flores no viaja más de doscientos metros. Es una abeja muy pequeña, del tamaño de una mosquita. No funciona como la abeja melífera, es una abeja solitaria que se procura por polen, pone sus propios huevos, es totalmente diferente a la abeja melifera.

 

¿Qué mercado de semillas alfalfa tienen?

Hoy por hoy el argentino es básicamente importador de alfalfa. Los países importadores eligen importar desde Estados Unidos debido a su calidad. Pero hoy el productor en el mundo de alfalfa es Australia.

Argentina está importando entre 4 a 6 millones de kilos. En el país esto ha cambiado mucho, en los años 1996 y 1998 en Argentina se utilizaban aproximadamente 12 millones de kilos de alfalfa, de los cuales entre 6 y 8 millones venían importados, básicamente porque se ha desplazado la alfalfa con la soja de las zonas productivas, ya en la hacienda prácticamente no se usa.

Nosotros estamos haciendo alfalfa para tres o cuatro empresas de Argentina.

 

Ustedes son multiplicadores en este caso

Claro, nosotros tenemos contrato con semilleros y hacemos la producción para la Argentina. El problema de la producción de nuestro país, al no tener polinización con megachile o no adoptar esa técnica es que es muy errática. Entonces, los semilleros básicamente se procuran sus semillas en el exterior porque con eso tienen seguridad de tener productos para vender. Al ser tan errática la producción en forma normal o sin polinización con megachile, los semilleros cuando tienen que tomar sus decisiones de marketing prefieren importar. En ese caso se están condicionando con el precio, porque años en los que se tienen poca producción en Australia los precios suben y en años en los que hay mucha producción en Australia los precios se deprimen.

Otra cosa que está incidiendo con el precio es la producción informal, o sea la alfalfa la puede cosechar cualquier persona y todas esas semillas fiscalizadas que se producen están incidiendo sobre los precios.

 

¿Qué variedades está sembrando en estos momentos?

La alfalfa se siembra en marzo, hay alguna posibilidad de sembrarla en septiembre. En la zona se puede producir de grupo 6 a 9, dependiendo de lo que quiere producir el semillero.

La alfalfa va desde un grupo 6 es que con latencia muy alta que prácticamente reposa todo el invierno, a grupo 9 que es lo que utilizan básicamente las zonas lecheras que están sin latencia todo el año.

 

¿Desde cuándo están produciendo semillas de alfalfa?

Nosotros hacemos producción desde el año 2001-2002, en plena crisis.

La vinculación con el semillero es por calidad de producto, nosotros fuimos creciendo en producción hasta armar nuestra propia planta. Entonces hoy al semillero le podes ofrecer desde cuidarle la variedad desde que se siembra hasta que se entrega el bolsón, porque tenemos nuestra propia planta de semillas.

La vinculación es por conocimiento, hoy en el norte o en Santa Fe donde más se utilizan semillas somos conocidos, entonces vienen los semilleros y nos ofrecen contratos. Siempre dependiendo un poco de lo que puedan importar o no.

 

¿Usted está asociado con otra persona?

Hoy es un poco en familia, en algún momento tuve un socio americano que fue quien más me enseño sobre el cultivo.

 

¿Previamente a iniciarse en esta actividad también trabaja en el sector agropecuario?

Sí, soy ingeniero agrónomo. Antes de esto estuve trabajando en un desarrollo con gente de Bahía Blanca en Conesa, con el mismo intento de producción de semillas de alfalfa.

A partir del año 2001 empezamos de la nada con esta actividad, lo cual fue casi un desafío porque todos los que habían intentado hacer megachile en la zona habían fracasado. Por suerte nosotros desde el 2001 hasta ahora pudimos aguantarlo.

 

¿Ustedes producen la abeja megachile?

El megachile es el insumo crítico de nuestra empresa. Nosotros sin megachile no podemos producir 600 kilos de semillas. Cuando no pudimos importar todo empezó a ser crítico, antes teníamos que comprar todos los años el 50% de la cantidad de megachile.

Los últimos cuatro años, a partir de 2009 hemos logrado mejorar y otros años hemos perdido megachile, lo que está haciendo que nosotros tengamos cada vez menos cantidad de hectáreas.

Si no logramos revertir esa decisión de la Secretaria de Fauna Silvestre es probable que tengamos que cerrar el negocio.