Los precios de los alimentos vienen subiendo por encima del promedio general de la inflación, que volvió a ubicarse en el 2% mensual en los últimos dos meses y elevan el piso del costo de vida anual al 25%. Las verduras y los panificados fueron los productos de la canasta que últimamente le pusieron más presión al Indice de Precios al Consumidor (IPC), según las mediciones privadas.
En lo que va del año, incluido el dato de setiembre, “mientras el índice general de precios acumula un aumento del 18,5%, los alimentos llegan al 20,9%”, detalla Graciela Bevacqua, ex directora del IPC del Indec antes de la intervención de la secretaria de Gobierno en ese organismo.
Uno de los factores que impulsó la escalada inflacionaria en esta segunda parte del año es la salida del congelamiento que instauró el Gobierno, primero sobre unos 10 mil productos y luego, acotándolo a sólo en 500. “Hasta entonces, la evolución anual llegaba al 23%”, recuerda el economista Carlos Melconián. En cambio hoy, está en el 25%, aclara.
Juan Pablo Paladino, de la consultora Ecolatina, agrega que las subas en los alimentos empezaron a hacerse evidentes cuando, terminado el congelamiento, los supermercados debieron “aggionar” sus precios con respecto al resto de los comercios tradicionales. “El congelamiento no bajó la inflación sino que corrió la estacionalidad”, asegura.
Si bien el secretario de Comercio Guillermo Moreno había advertido a las empresas que no autorizaría aumentos hasta después de las elecciones, las grandes empresas de consumo masivo ya demostraron haber hecho retoques en sus listas de precios, en especial en los almacenes y autoservicios de barrio, donde los controles oficiales son más laxos que en las grandes cadenas de supermercados.
“En el mes septiembre hubo una aceleración en el proceso de aumentos de los precios a punto tal que de los 38 artículos que nosotros relevamos de la canasta de alimentos aumentaron en promedio 2,29%”, detalló el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino. Según el sondeo, hecho en supermercados y en centros de abastecimiento de los barrios de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya, el zapallo anco fue el que lideró los aumentos en septiembre con un alza de 41,06%.
A esto se sumó, que en los últimos días, el tomate, que trepó a un valor de $ 40 el kilo. Si bien, otras verduras, como el ají, corrieron la misma (o peor) suerte. “Las verduras registraron un incremento fuerte en la primera semana de octubre, por cuestiones climáticas y los panificados vienen arrastrando aumentos desde agosto, especialmente en los productos que están fuera de los acuerdos de precios”, explicó la economista Marina Dal Poggetto. En cambio, la estabilidad en el precio de la carne, que pesa un 25% dentro de los alimentos, contribuyó a que no creciera más el rubro, apuntó la analista.
Según la medición de precios que realiza la CGT de Hugo Moyano, los incrementos más altos, el mes pasado, se registraron en los rubros de alimentos (+3%), artículos de tocador y limpieza (+ 3%) y vestimenta (+2,9%).
En este contexto, aún con los alimentos liderando las subas del indicador de precios, los economistas aseguran que la inflación del 2013, está “prácticamente cerrada” en torno del 25 o 26%. “De no mediar imprevistos después de la elecciones, podría sumar medio punto o uno pero no mucho más”, aseguran. Les preocupa más el rebote que pueda haber en el primer trimestre del 2014.