WICHITA, Kansas (AP).- Cuando Tim Peterson terminó de plantar sus 364 hectáreas de trigo de invierno la semana pasada, tuvo muchos problemas para tomar decisiones críticas al no tener acceso a vitales informes del sector, producto del cierre del gobierno federal. "No tenemos idea de qué sucede en el mercado", dijo Peterson, cuya finca está en el noroeste de Kansas. Por lo general, Peterson protege sus inversiones en insumos "cerrando" el precio de su cosecha de trigo en julio del siguiente año con contratos a futuro, que protegen a los agricultores de las fluctuaciones del mercado.

Los productores usan los informes del Servicio de Estadísticas de la Agricultura, dependiente del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para tomar decisiones, como decidir el precio de sus cosechas; qué productos sembrar, y cuándo venderlos. Pero el organismo no sólo dejó de emitir nuevos informes, sino que desactivó todos los sitios con información anterior. "Esto provoca un vacío de información inmediato", dijo Peterson. Y esto lo preocupa más que su otro problema: ¿Cuándo llegará el cheque de subsidios de US$ 20.000 que el Gobierno envía en octubre?

Ocurre que como las oficinas de servicios locales del USDA están cerradas, los agricultores no pueden solicitar préstamos, firmar contratos para el Gobierno o recibir cheques de programas en los que ya participan. Pero todo eso, dicen los agricultores, palidece en comparación con la falta de aquellos informes que pueden alertarlos sobre escasez en mercados extranjeros, lo que podría indicarles qué sembrar para satisfacer esa demanda o la conveniencia de retener una cosecha a la espera de un mejor precio. "Importantes participantes en los mercados de bienes básicos pueden comprar informes a fuentes privadas, pero los productores no se pueden dar el mismo lujo", dijo Dalton Henry, director de Asuntos de Gobierno del grupo industrial Kansas Wheat.