Cada $100 de renta que produce una hectárea promedio en Argentina, el Estado percibe $75,40, que se transforman en recaudación fiscal efectiva o en subsidios a otras actividades de la cadena al disminuir el precio de venta de los productos agrícolas. Este número surge del Índice FADA de participación del Estado en la renta agrícola para el mes de septiembre de 2013, que es de 75,4%, medido como la sumatoria de los impuestos nacionales , impuestos provinciales y costos de intervención del mercado , sobre la renta de una hectárea de uso agrícola representativa promedio a nivel nacional.
Este valor es mayor a la medición correspondiente a junio que era de 73,7%. Resumidamente, los factores considerados en la ecuación del índice que explicaron el cambio son:
1. Variables de efecto mixto:
a. El dólar oficial sufrió una devaluación entre junio y septiembre del 7,8%, que anualizado significa una devaluación del 35%.
b. Se produjo una redistribución desde la “renta de la tierra” a “resultado de la explotación” por una caída promedio del 15% en los alquileres. Los impactos de este cambio son nulos en los impuestos.
2. Variables que presionaron al alza:
a. Precio del maíz, cuyo precio FOB en pesos cayó un 8,8%, mientras que el disponible cayó un 18,5%, produciendo un incremento de la brecha entre el FAS y el disponible, aumentando los costos de intervención.
b. Precio del girasol, con una reducción del 26% del precio FOB en pesos, una de las caídas más importantes en los últimos años.
c. Incrementos de costos en torno al 4,7%, mientras que el Valor Bruto de Producción (FOB por hectárea) en pesos se incrementó 2%, con una devaluación del 7,8%.
3. Variables que presionaron a la baja:
a. Costo de transporte, que por razones de estacionalidad se redujo en un 11%.
Distribución de la renta
La renta agrícola es el resultado de restar el componente gastos y costos del valor bruto de producción a valores FOB, y se reparte entre la renta de la tierra después de impuestos (17%), el resultado después de impuestos de la explotación agrícola (7,6%), los costos de intervención (2,5%), los impuestos provinciales (2,3%) y los impuestos nacionales (70,6%).
El Estado en la renta desde marzo de 2007 a septiembre de 2013
Con la misma metodología presentada, se realizó el estudio de la distribución de la renta agrícola desde marzo de 2007 hasta la actualidad, utilizando para cada campaña los rindes promedio correspondientes informados por el MinAgri así como la participación de cada uno de los cultivos considerados. Al mismo tiempo, se utilizaron los precios, costos y tipo de cambio para cada periodo analizado.
De este análisis resaltan tres aspectos:
La importante participación de los impuestos nacionales en todo el periodo;
La aparición de los costos de intervención con la entrada en vigencia de los ROE a mediados de 2008;
La fluctuación del resultado después de impuestos de la explotación, que presenta en 2008-09 y en 2011-12 valores nulos o negativos. La explicación reside en el efecto de las sequías acontecidas en dichos años que repercutieron en el resultado de la explotación de forma directa, dada la rigidez del resto de los componentes.
Como conclusiones principales de este análisis se destacan:
1. Rigidez de los impuestos que provocan que el efecto global del clima se vuelque en el resultado de la explotación;
2 ROE y otras trabas a la comercialización que introducen costos innecesarios y reducen la previsibilidad, afectando de manera negativa el área sembrada de cultivos como el maíz y el trigo, indispensables para un sistema sustentable;
3. Bajo nivel de rentabilidad con consecuencias negativas en los niveles de fertilización, en la incorporación de tecnología y en la expansión de la frontera agrícola hacia áreas de menor productividad y mayor riesgo.
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