El Estado gastó en los primeros ocho meses del año todos los dólares que tenía previsto captar en 2013 en concepto de retenciones a las exportaciones sojeras. Eso porque las importaciones de energía sumaron u$s 9000 millones entre enero y agosto últimos, de acuerdo con los datos del Intercambio Comercial Argentino (ICA) difundido ayer por el Indec.
Esa cifra equivale, a grandes rasgos y en promedio, al total que se esperaba recaudar en 2013 en concepto de derechos de exportación a la soja. O dicho de otra forma, las compras externas de combustible para sostener la demanda energética interna ya se consumió el 35% de los dólares que el campo va a dejar en todo el año.
La situación va en línea con las advertencias que vienen realizando varios economistas, en cuanto a que este año la proporción de dólares del campo que se destinan a financiar las importaciones energéticas iba a ser la más alta de los últimos 10 años.
De acuerdo con un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), este año las compras energéticas en el exterior demandarán al cierre de 2013 44% de los dólares generados por la liquidación de divisas agropecuarias, que en gran parte corresponden al complejo sojero. Los datos son estimativos y sobre todo porque la entidad que dirige Nadin Argañaraz estimó que las compras de energía cerrarían 2013 en u$s 11.000 millones, apenas u$s 2000 millones más que las concretadas hasta agosto.
Las analistas consensuan que en promedio este año la campaña del principal producto de exportación argentino volcará al mercado u$s 25000 millones por liquidación de divisas. De ese total, 35% ingresa al Fisco vía derechos de exportación.
Así, con el acumulado de importaciones energéticas a agosto puede sostenerse incluso que los fondos de las retenciones a la soja de todo el año no le alcanzaron al Estado para hacer frente a las compras de combustible en el exterior, tomando dos escenarios teóricos, con precios promedio de soja sin procesar (buena parte de las exportaciones locales son de subproductos que tributan 32%)
Así u$s 500 por tonelada promedio, y partiendo de la base de una producción total en torno a 50 millones de toneladas, u$s 8750 millones van directamente a las arcas fiscales.
Si se mide a precios de cierre de ayer, donde en Chicago los futuros más activos noviembre marcaron un nuevo mínimo en el último mes, al cerrar en u$s 480 por tonelada (2,5% de baja diaria), la cosecha argentina vale u$s 24000 millones, de los cuales u$s 8400 millones corresponden al Fisco.
En cambio, si se toma el valor soja que el Gobierno calculó para todo año en el Presupuesto 2013 (u$s 532 por tonelada), al Estado todavía le sobrarían u$s 310 millones tras pagar las importaciones energéticas del lapso enero-agosto. Eso porque a ese precio, la campaña sojera vale u$s 26600 millones, de los cuales u$s 9310 millones son retenciones.
El Iaraf en su trabajo advirtió que la proporción de dólares generados por el agro que se destinan a las compras energéticas creció exponencialmente en la última década y se duplicó en apenas tres años, al pasar de 21% en 2010 al 44% estimado para este ejercicio.