Desde hace unos treinta días, la tendencia de los valores se ha revertido. Las lágrimas se están secando en nuestra región. Aunque sigue el temor sobre nuevas bajas en los valores.

Sea lo que fuera, la realidad es que ahora las cosas han mejorado.

El mundo, pese a todos los problemas y crisis, sigue necesitando soja en forma creciente.

La demanda internacional camina sobre rieles, aún con las desfavorables noticias sobre China, país que podría echar mano sobre sus reservas de poroto de soja para inducir a la baja de valores en el mercado internacional.

A su vez, la oferta mundial está hoy determinada por lo que sucede en EE.UU.

Las lluvias por venir -y las que recién han caído- muestran tal nivel de insuficiencia que pocas son las esperanzas de que este país vaya a lograr una gran cosecha.

Todo indica que continuará la escasez de humedad en el perfil de los suelos. Además se prevé que la superficie finalmente sembrada haya quedado por debajo. Habría cerca de medio millón de hectáreas menos.

De acuerdo a una encuesta realizada por Reuters, las expectativas generales de producción para este país girarían en torno a 85,5 millones de toneladas; y el stock final, en alrededor de 4,5 millones de toneladas.

Y con ello, se incrementaría el temor a la proximidad de un volumen más reducido de lo esperado.

La pregunta que desde aquí nos hacemos es si realmente tal volumen podrá alcanzarse. Porque es posible que el nivel de producción no supere la cifra de 80 millones de toneladas.

La realidad es que el mercado, poco a poco, se desliza por un camino de pesimismo creciente.

Por ello, la estacionalidad en esta campaña funciona al revés. En lugar de que los valores bajen, están subiendo. Al menos hasta ahora.

Con tal ambiente, los fondos de inversión siguen ingresando con ímpetu renovado a pocas semanas del comienzo de la cosecha de soja, y cuando acaba de empezar la de maíz.

De esta forma, el mercado local recoge la corriente positiva de los mercados internacionales.

Así, desde comienzos de agosto pasado, cuando las primeras noticias de los problemas climáticos en el hemisferio norte comenzaron a llegar, los valores han iniciado una nueva tendencia que revierte lo sucedido en los meses previos. Así ha sido hasta la semana pasada inclusive.

El gráfico es muy elocuente.

Hoy, lunes 9 de septiembre no fue un gran día. Chicago se movió en baja frente a la inminencia del inicio del operativo de trilla en EE.UU.

En el mercado local las cosas tampoco fue de lo mejor. La exportación operó sobre $ 1.900 con descarga inmediata; y las fábricas locales sobre un valor de $ 40 menos. En el término de Rosario, el contrato de fábrica Septiembre operó sobre un valor de $ 1.922 y u$s 298 por entrega mayo/14.

El jueves de esta semana, conoceremos el nuevo informe del USDA. En principio, se espera que éste marque más claramente la reducción de cosecha por venir.

Con estos números y con las perspectivas más claras sobre la nueva campaña de América del Sur, los valores marcarán la senda futura. Porque de ahora en más, las cabezas de los operadores miran al sur.