Mucha oferta de ganado liviano, proveniente de los corrales. Muy firme la vaca, especialmente la gorda tipo carnicería y la con caravana tipo exportación. Muy buscado el novillo, especialmente el pesado, que está escaso.
Es preocupante la situación forrajera en la mayor parte del país. Se entra a la primavera con el perfil de suelo muy seco, con campos muy pelados por la seca y las heladas. De no revertirse esta situación en el cortísimo plazo, y aún en el caso de que llueva en forma abundante y generalizada en la segunda parte de septiembre, la cantidad de forraje disponible para las vacas de cría se atrasaría y comprometería el éxito del servicio. Se podría no repetir los excelentes índices de preñez de los cuatro años previos, años con una primavera húmeda y temprana.
Un ingeniero agrónomo con 40 años de experiencia en cría en la provincia de Buenos Aires nos dice que la mayor parte de los rodeos de cría de la zona pampeana están más afectados por un atraso en la llegada de la primavera que por las secas de verano (diciembre-enero), que llegan cuando la vaca ya se ha servido en su mayor parte, y cuando el estado corporal del vientre que entra bien a este período crítico ya es irreversible. Luce también muy comprometido el estado de los campos y de los vientres en la mayor parte de la zona extra-pampeana, y todo indicaría que hay muchas provincias donde ya a esta altura se puede decir que difícilmente se repita la preñez del año pasado. Es probable que en la mayor parte del país la vaca que ya está parida esté hoy perdiendo estado y peso, y que esta situación no comenzará a revertirse en el mejor de los casos hasta bien entrado septiembre.
El pollo desconcierta
La producción y el consumo de carne de pollo venían cayendo en los primeros
meses del año, consecuencia de la decisión de las principales empresas avícolas
(un sector fuertemente concentrado) de reducir los niveles de oferta en el
mercado local. Pero los datos oficiales (Ministerio de Agricultura)
correspondientes al mes de julio indican otra cosa: durante ese mes, la faena de
pollos, con 178 mil toneladas, habría sido la más alta de la historia. El
consumo per cápita , que había bajado a 37 kilos a principios de año, habría
rozado los 44 kilos en el séptimo mes del año. La exportación está aumentando
(en enero-julio se embarcaron 213 mil toneladas), pero no alcanza para
descongestionar un mercado visiblemente saturado.
Si el consumo de carne vacuna se ubica en 64 kilos, el de pollo en 44 y el de cerdo en 12, la demanda total de carnes sería de 119 kilos per cápita, un récord histórico.
Es probable que en la mayor parte del país la vaca que ya está parida esté
hoy perdiendo estado y peso, y que esta situación no comenzará a revertirse en
el mejor de los casos hasta bien entrado septiembre.
La invernada, escasa y cara
Es como consecuencia de que el feedlot está reponiendo más de lo previsto, a partir de la baja en el costo de alimentación. Los precios del gordo no ceden, hasta ahora, y el maíz vale sensiblemente menos que hace dos meses, momento en que la rentabilidad del engorde a corral lucía mucho más ajustada que ahora. Frente a un panorama de una inflación que se acelera, y tratándose tanto los terneros como las vacas de cría de activos cuyos precios están atrasados en términos reales, muchos ganaderos en especial los mixtos perciben al ganado como una inversión conveniente de cara a las épocas turbulentas que se avecinan.