PEKÍN (Reuters).- El ministro de Agricultura de China, Han Changfu, dijo ayer que el país "incrementará gradualmente sus importaciones de maíz" para satisfacer una creciente demanda, lo que refleja el desafío que tiene el segundo mayor consumidor mundial del grano en su intento de lograr la autosuficiencia alimentaria. Una mayor dependencia china a la importación de maíz causaría cambios a largo plazo en el comercio global del grano y apuntalaría los precios internacionales, como ya ocurre con la soja. En ese sentido, las compras chinas de soja han trepado en la última década a 69 millones de toneladas, según la previsión para la campaña 2013/2014, y representan más del 60% del mercado global por vía marítima.
"Expandiremos nuestras importaciones de maíz gradualmente", aseguró Changfu a medios estatales; y añadió: "El creciente consumo de carne, huevos y lácteos ha impulsado la demanda del grano forrajero". Además, el funcionario dijo: "La expansión de la industria de procesamiento de maíz también necesita más materia prima". El creciente consumo de carne de una clase media china en expansión está impulsando la demanda de maíz para alimentar cerdos, vacunos y aves de corral. Así, China importaría hasta 7 millones de toneladas de maíz durante el ciclo 2013/2014, que se sumarían a una producción doméstica de 211 millones de toneladas.
China ha estado incrementando sus importaciones de maíz en las últimas campañas, sobre todo desde los Estados Unidos, el principal exportador mundial, aunque recientemente abrió mercados a más países, entre ellos Ucrania y la Argentina.