La pérdida de rentabilidad de la producción de maíz y soja pone en juego las condiciones de la próxima cosecha nacional.
Según diferentes informes privados, los productores que supieron vivir un festival de precios en condiciones de alta competitividad post devaluación, se verán esta vez en una encrucijada a la hora de decidir sus inversiones para la campaña 2013/14.
Según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último informe semanal, el caso del maíz presenta márgenes muy ajustados de cara a la nueva campaña, porque los costos de transporte dificultan la viabilidad de las explotaciones ubicadas en zonas marginales.
Esto implica que el cultivo será atractivo en el sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba, oeste de Entre Ríos y el norte y sudeste de Buenos Aires, mientras que se complicará la rentabilidad en el NOA y NEA, donde se destaca un potencial de caída considerable del área sembrada, indicó la entidad.
En paralelo, en los casos de los productores de maíz en campo arrendado, ya se popularizó el contrato a porcentaje, que les da la posibilidad de compartir parte del riesgo con el dueño del campo.
La BCR expresó que los contratos forward a cosecha (entre privados, por ejemplo, para la compra de insumos) se negocian a u$s 155 por tonelada de maíz, con entrega desde abril hasta junio de 2014. En tanto, en el mercado disponible, los precios internos se mantienen estables. La exportación paga u$s 150/ton con descarga en las terminales portuarias de la región, aseguró la BCR.
Se espera que la cosecha de maíz del ciclo 2012/13 termine en diez días, según la Bolsa de Cereales porteña, con una mejora superior al 7% respecto al rendimiento de las últimas 12 campañas.
De cara a la próxima campaña se espera que un tercio de la superficie sembrada corresponda a maíz tardío o de segunda.
También la soja
Un reciente informe publicado por el especialista Néstor Roulet indica que el bajo valor de la soja a futuro en Chicago u$s 435 por tonelada para mayo dejará sin duda un valor preocupante para el productor argentino.
Si a este valor le descontamos el impuesto FOB y los gastos de puertos y
comerciales, el valor de la soja sería de u$s 268, 75 por tonelada.
En un campo alquilado, el arrendatario tiene un margen negativo de u$s 132,4
por tonelada, concluyó.