La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que agrupa a las principales empresas elaboradoras del producto, demandó un tratamiento igualitario en materia tributaria para este combustible, similar al que tiene el gasoil importado.
La entidad explicó que con instalaciones capaces de producir hasta 4,18 millones de toneladas anuales, la industria argentina de biocombustible está utilizando hoy menos de un 40% de esa capacidad instalada.
Las restricciones a las exportaciones de biodiesel a Europa ya están generando un enorme daño a la economía argentina, indicó la cámara en un comunicado en el cual detalló que las ventas totales mensuales al exterior se redujeron de 150.000 toneladas mensuales en el período enero-junio 2012, a 60.000 toneladas por mes, en promedio, durante 2013.
Carbio señaló que existe la posibilidad de sostener esta industria con el aumento de corte en el mercado interno, que actualmente se encuentra entre el 7% y el 10% para el biodiesel, con el que se corta el gasoil, y de poco menos del 7% en el caso del etanol, con el que se complementan las naftas. Esto permitiría, además sustituir en parte las crecientes importaciones de gasoil.